viernes, 26 de abril de 2013





Lilith no es un planeta, sino un punto sensible que se puede identificar mediante determinados cálculos. Para fijar su posición en el horóscopo se contempla la órbita elíptica de la Luna alrededor de la Tierra y el eje que forman los dos puntos más lejanos de la Tierra en esa elipse. Lilith se encuentra en el eje en aquel punto que está a la misma distancia de la Tierra y del centro de la elipse. Lilith tarda unos 9 años para dar una vuelta completa a los doce signos.

La historia de Lilith nos ayudará a interpretar su posición en la carta natal. Ella fue la primera esposa de Adán, pero huyó del paraíso porque no quiso someterse a él por ser mujer. Vivió en compañía de demonios cerca del Mar Rojo donde dio a luz a numerosos hijos. Cuando fue encontrada por ángeles enviados por Dios, éstos le pidieron volver con Adán, pero Lilith se negó. Como castigo murieron cada día cien de sus hijos. Enloquecida, Lilith empezó a matar también. Sus víctimas eran mujeres en periodo de lactancia, recién nacidos y hombres a los que mató después de seducirlos. Se dice que más tarde apareció en el paraíso en forma de serpiente para dar a Eva la manzana del árbol del conocimiento.

Lilith recibe también el nombre de Luna Negra (coincidiendo con el símbolo empleado para representarla), una denominación que da alguna idea de su significado en el horóscopo. Se refiere al lado oscuro y desconocido de la naturaleza femenina. No es sólo fuente de la vida, sino también de la muerte, el dolor y la desgracia.

En la astrología babilónica y asiria, Lilith jugó un papel importante, el cual fue redescubierto en los años sesenta y setenta, cuando las mujeres empezaron a luchar por su emancipación.

A la luz de la psicología moderna, la posición de Lilith nos revela algo acerca de nuestros deseos ocultos, los lados reprimidos de nuestra personalidad, experiencias dolorosas y los rincones oscuros de nuestra psique. En la carta de un hombre, Lilith puede señalar el tipo de mujer que le da miedo o que le puede llevar a la desesperación.




 Se cuenta de la primera mujer de Adán, Lilith,
que su lengua engañaba antes que la de la serpiente,
y su pelo embrujado fue el oro primigenio.

Inmóvil permanece; joven, mientras el mundo se hace viejo;
y delicadamente contemplativa de sí misma,
hace que los hombres contemplen la red brillante que teje,
hasta que corazón, cuerpo y vida en ella quedan presos.

La rosa y la amapola son sus flores, pues ¿dónde podremos encontrar, oh Lilith, aquél a quien no engañen tus fragancias,
tu sutil beso y tus sueños tan dulces?

Ah, en el mismo instante en que ardieron los ojos del joven en los tuyos, tu embrujo lo penetró, quebró su altivo cuello,
y retorció su corazón con uno solo de tus cabellos de oro...






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