miércoles, 28 de enero de 2015



Dicen que cuando morimos, la vida pasa ante nuestros ojos, pero esto no es cierto. Soy joven, y tengo cáncer, eso me ha hecho sensible al mundo espiritual, o eso creo, porque ya he visto ambos lados de la moneda.
La mañana del pasado lunes, me desperté mareado, sintiendo mucho dolor y comencé a vomitar por lo que terminé cayendo de la cama, la quimioterapia está acabando conmigo. Pero cuando estaba en el suelo me di cuenta de algo muy extraño en la habitación del hospital donde me internaban, todo parecía en color sepia, la habitación estaba sucia, muy sucia. Era como si nadie hubiera estado ahí en años. Como no conseguía ponerme de pie, me incliné sobre la cama y me levante, pero con mucha dificultad. Me sentía muy vulnerable con esa vieja bata verde y con mi trasero expuesto.
Salí de la habitación y comencé a caminar por el pasillo, todo estaba diferente, pero el hospital no estaba vacío, había muchos pacientes, algunos estaban apoyados en las paredes, tirados en el suelo e incluso arrastrándose. Era una visión del infierno, literalmente. Entré en la sala de pediatría y había muchos bebés, lo que era muy extraño, ya que se trataba del infierno, o de un sueño muy loco. Coloque mi mano sobre el hombro de una niña que estaba de espaldas a mí, para preguntarle qué estaba haciendo allí, pero cuando la toqué, ella se dio vuelta y pude ver su rostro deformado. Definitivamente no era humana, tenía los ojos muy grandes y saltados, como si tuviera ganchos sujetándole los parpados, su piel era de un rojo muy profundo y se caía a pedazos. Muy asustado di unos pasos hacia la puerta, para volver al pasillo, pero la niña me tomó del brazo, su mano estaba helada, a pesar de su apariencia quemada.
– “Vamos a dar un recorrido por aquí”.
Me di cuenta de que no era una pregunta. No tenía elección.
Ella me sacó del corredor y comenzamos a pasar por algunas puertas, como si fuera una guía turística, me explicaba por qué las personas entraban ahí, o porqué serían castigadas. Y me habló de mis elecciones.
– “Cuando se está muy cerca de la muerte, como tú. Hay que seguir algunos pasos como: meditar sobre nuestro comportamiento, lo que deseamos para otros y las consecuencias de nuestras acciones. En realidad deberíamos pensar en eso toda la vida, pero no, no estoy hablando de religión. Con certeza tú ya pensaste en cómo y cuándo morimos, ¿a dónde vamos? No se trata de un seguro de vida, sino por el contrario, siendo un seguro de muerte, estoy aquí para ofrecer”.
Me llevó a una puerta roja que parecía ser una especie de recepción, cuando entramos, había una fila enorme que no tenía fin. Y ella continuo explicando: “Estas personas, todas ellas, están en el purgatorio, que es justo dónde estamos. Ellos están esperando para entrar en el cielo. El negocio arriba es muy burocrático. Todo abuso que tuvieras durante la vida tiene que ser pagado después de morir. Por ejemplo, tú tienes cáncer de pulmón, y fuiste tú mismo quien lo causó, no nosotros. Por eso debes pagar, y cuando digo pagar quiero decir que tu alma se debe quedar en el infierno durante un tiempo.”
“No pienses ni por un segundo que es bueno, mucho menos fácil. Aquí abajo somos una sociedad cooperativa, yo pago mis pecados, que son leves, llevando a los turistas para que le den una ojeada a los contratos de la muerte, otros que fueron mentirosos, abusivos y egoístas, tienen que pagar de una forma mucho más sádica, ellos deben torturar a los pedófilos o asesinos, o serán torturados de la misma forma”
“Las personas con pecados capitales deben ser torturadas por los demonios, la cantidad exacta de veces que cometieron cada pecado, las prostitutas y los falsos sacerdotes son cocinados en un caldero de aceite. Y así sucesivamente… ¿Preguntas?“
Mis ojos casi salían de sus orbitas, estaba a punto de sufrir una ataque al corazón y apenas podría salir aire de mi boca. Ella continuó hablando sobre las personas. Hasta que llegó el momento en que dijo algo que llamo mi atención.
– ¿Te gustaría comprar un plan de muerte, o prefieres esperar en la fila del purgatorio?
Sin dura tomaría un plan, pues según lo que me explicó, el tiempo que tenía que pagar en el purgatorio sería eterno, mientras que en el infierno mi castigo iba en relación con mis pecados, así que cómo yo consideré que no había pecado mucho en vida, tal vez era mi mejor opción. Pero no fui tan estúpido como para aceptar sin antes leer los términos del contrato. Entonces ella comenzó a leer.
Contrato 17 – Seguro de muerte.
Art.1 Como el fin justifica los medios, yo Demian Orozco García, autorizo ​​que mi alma permanezca en el infierno durante 5 días (que equivalen a cinco años terrestres). Durante mi estancia tengo prohibido: comer, beber, sentarme, respirar, dormir, hablar o quejarme de ninguna manera, ni siquiera con el pensamiento. De hacerlo mi penitencia se incrementará en 1 día.
Art.2 Como forma de cooperativismo, debo torturar con objetos de madera a hombres que robaron, o traicionaron a sus esposas. No debo matarlos, ni dejar que se maten por si mismos, y mi única función será introducir pedazos de carbón encendido por sus orificios. No debo tener piedad ni compasión, ni ayudarlos de forma alguna.
Art.3 El paquete del seguro de muerte número 17, incluye: permanencia durante el plazo previsto en el tercer círculo del infierno, en la sala B, no siendo necesario de ninguna forma que sea llevado a salas inferiores.
Art.F (Final) Yo, Demian Orozco García soy responsable por mi salida y mi entrada al infierno, y por esa razón no debo interponer de ninguna manera queja alguna contra el ser del núcleo inferior, identificado únicamente como “Él”, en caso de algún trastorno o complicación, aceptando la señal que será situada en mi mano derecha, doy por cerrado el contrato.
El asegurado debe cumplir su sentencia durante 5 días, y cuando haya terminado, deberá ser inmediatamente transportado a las áreas superiores y encaminado a el área de los recién encarnados. Su alma deber ser inspeccionada en la puerta 17 por el 100º General – Gregorio Samuel. Que deberá averiguar si se encuentra desprovista de ninguna parte o miembro. Si es el caso, deberá ser informado al conejo regional de las almas en la puerta 17, para que la parte o el miembro sean restituidos.
Firma del contratante:
F50807B81DEE3B96A75564C49AB22351
Firma del responsable:
2DABD7BB5476779FBFE732D735DB422C
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Cuando terminé de firmar el contrato, que me pareció algo razonable, sentí un dolor insoportable en mi mano derecha, y noté una protuberancia creciente, roja y llena de pus. Miré a la mujer y me dijo:
– Ten cuidado con eso…
Ella me llevó hasta a mi habitación y me dejó en la cama de la que me había caído, a continuación me dijo que cerrara los ojos. Los cerré y después todo volvió a ser como antes, por lo menos el techo, que fue lo primero que vi cuando abrí los ojos. Sentí un dolor insoportable en mi mano, y sabía que no había sido un sueño, y que iba a morir pronto.
Miré a la puerta para ver si mis padres habían vuelto, y luego miré a mi izquierda, y me quede en shock cuando vi a esa niña a mi lado, ella era realmente hermosa, sus ojos brillantes y azules, y una cara angelical. Pero parecía visiblemente asustada, y sostuvo fuertemente mi mano. Entonces ella dijo:
– ¿No firmaste nada, verdad?
Y yo confundido, sin comprender cómo sabía, le pregunté: – ¿Cómo lo sabes?
Sin aliento y asustada ella me dijo:
– Soy tu ángel de la guarda, y mientras estabas dormido entré a ver lo que sucedía, y te escuche decir mientras dormías, que aceptabas… Aceptabas algo… Y como no despertabas, entré en pánico.
– Bueno, había una niña como tú, ella hizo un plan de muerte, en el que me responsabilizaba por pasar 5 días en el infierno…
La niña empezó a llorar y me abrazo, fue entonces cuando me dijo:
– Yo estaba encargada de llevar tú alma esta noche al cielo, tú has sido un buen chico durante toda la vida, ¿porque has pensado que irías infierno? !Ahora, ¿cómo vas a deshacer esto? Tendré que informar que hemos perdido otra alma.
La miré confuso, sin entender lo que pasaba, y ella me contestó con una cara llena de lágrimas y tristeza.
-No firmes ningún contrato con los demonios… ni en tus sueños.


martes, 20 de enero de 2015



Lo llaman Amaru, serpiente en quechua. A pesar de su apariencia monstruosa es una divinidad muy poderosa en la mitología inca.
Amaru
La noción de Amaru o de Katari asociado a las aguas ha tenido mutaciones y, en cuanto a "serpiente voladora" también simboliza a las exalaciones o rayos que caen del cielo (considerados muchas veces como fertilizadores de la tierra), de hecho el nombre quechua Túpac Amaru significa "Serpiente Ignea", "Serpiente de Fuego" con el sentido de rayo.
Su fiesta, se realiza en el mes de agosto, cuando se produce la limpieza de los canales de irrigación; siendo el jefe de familia quién oficia de celebrante. Los cultos de Amaru, Mallku y Pachamama son la formas más antiguas de celebración que los aimaras aún realizan en la actualidad.
La apariencia de esta criatura es una combinación de animales como una serpiente, tiene alas de ave, y el cuello y la cabeza de llama.
En algunas versiones se dice que lleva cuernos de venado y sus ojos son cristalinos, también tienen el hocico rojizo y algunos tienen escamas en su cuerpo.
Las garras son muy afiladas y su cola es similar a la de un pez. su tamaño según las crónicas e historias era descomunal, eran muy gigantescos y feroces.
Este monstruo es uno de los mas antiguos y mejor documentados. y se le han escrito muchas historias y diferentes versiones.
Sus antecedentes se remontan en diferentes culturas y momentos históricos, desde la época pre-inca, la conquista, el virreinato, e inclusive hasta hoy.
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El habitat de esta bestia son los lagos y las cuevas de las montañas andinas. Y como un ser sagrado simboliza el agua como fuente de vida.
Se dice que el Amaru es representado por los canales del agua y de los ríos. El Amaru tiene la capacidad de producir las lluvias, por lo cual es positivo para los pueblos andinos, dado a que evita las sequías y mejora los cultivos.
Produce ríos y mejora la calidad de vida de los pueblos. Pero por ser una criatura, muchas veces se vuelve incontrolable y cuando se enoja vomita granizo y resopla los vientos, provocando destrozos en los poblados y en la cual termina matando a los cultivos.
Los antiguos creían que era el dios Wiracocha el que encomendaba esa misión a sus hijos, los dioses Illapa que es el dios del rayo, y el dios Wayra del viento.
En Cusco, dentro de la cosmovision andina, el Amaru representa el comunicador del cielo y la tierra, primero como "Illapa" Rayo que va a la tierra luego como serpiente, agua, etc. Del Hanan Pacha (Mundo Celestial), pasa por el Kay Pacha (Mundo actual), al Ukhu pacha (Mundo Interno o madre Tierra). Siendo una Deidad mas mental tal como lo tenían los Chinos, Mayas-Aztecas. Su representación fue como una serpiente alada, pasando de un mundo a otro como gran comunicador de los dioses incas.

Historia sobre El Amaru 

Hubo una gran sequía, perecieron las plantas y desaparecieron hasta los líquenes y musgos bajo el sol implacable. La tierra se cuarteaba polvorienta, sin árboles que dieran sombra. La flor de qantu, la que florece en la aridez, sintió marchitase los pétalos. El capullo que quedaba intacto reacio a morir, fue transformando sus pétalos en alas y agitándose se desprendió de la planta calcinada convertido en colibrí. Se dirigió a la cordillera y llegó hasta la laguna de Wacracocha. Sin atreverse a beber ni sobrevolar sus aguas, las contempló y voló hacia la cumbre del Waitapallana. Se posó exhausto en la cima helada por el viento; con su último aliento suplicó ternura y piedad al padre Waitapallana, salvación para la sequía. Murió el colibrí. Waitapallana se sintió acongojado por la tierra estéril y devastada, sentía el aroma de la flor de qantu que solía engalanar su atuendo y su fiesta. Tanto fue su dolor, que dos lágrimas de dura roca resbalaron hasta la superficie de Wacracocha y las aguas se abrieron haciendo retumbar al mundo. El estruendo y las lágrimas de Waitapallana llegaron al fondo del lago despertando al Amarú que dormita enroscado a lo largo de la cordillera con la cabeza justo en el lecho del lago. Se desperezaba, la tierra se movía con violencia; la laguna, agitada, dejó ver entre la espuma la cabeza del Amarú: serpiente alada con cabeza de llama y cola de pez, de ojos cristalinos y hocico rojizo. El Amarú se elevó en el aire eclipsando el sol de ojos flameantes que estallan en ira. Diez mil guerreros con corazas y espuelas se lanzan a combatirlo. La lucha es feroz... del hocico del Amarú surge la niebla que va a parar a los cerros, del movimiento de sus alas se cae la lluvia en torrentes, de su cola de pez se desprende el granizo y de los reflejos dorados de las bellas escamas nace el arcoiris. Así renace la vida cuando ya parecía extinguida, reverdece la tierra y se llenan de agua clara los puquiales. Los indios Quechuas creían que todo estaba escrito en las escamas del Amarú, las vidas, las cosas, las historias, las realidades y los sueños.

sábado, 17 de enero de 2015



La conocida historia de los hermanos Grimm, Hansel y Gretel, perfectamente hubiera tenido cabida en el Japón medieval.

Onibaba
En el conocido- y terrorífico cuento- dos hermanos eran abandonados por sus padres en el bosque, ya que estos últimos, desesperados, habían determinado que eran incapaces de seguir alimentando cuatro bocas en una época tan terrible. Hansel, que escuchó la conversación de sus padres trazó un plan para poder volver a casa dejando caer una serie de piedras.

Funcionó la primera vez, pero no la segunda, ya que, incapaz de conseguir las piedras, utilizó migas de pan que fueron devoradas por los pájaros. Perdidos en el bosque, los hermanos se encuentran con una casa hecha de pan de jengibre y otros dulces, dentro les esperaba una bruja con una única obsesión, comérselos.

Trasladar historia al país nipón, haciendo un ejercicio de localización, cambiando los nombres y paisajes, no sería para nada difícil, ya que las circunstancias de tantas familias de campesinos eran igual de precarias. Seguramente, en lugar de encontrarse con una bruja estilo europeo- que les pregunten a los alemanes cuantas a cuántas quemaron o ahogaron- se encontrarían con una un poco diferente, la onibaba, y ¡ay amigos!, dudo mucho que la parejita hubiera tenido tanta suerte…

Onibaba, recibe su nombre de la unión de dos palabras japonesas oni- demonio- y baba – bruja o vieja en tono despectivo y tiene su origen en una historia verdaderamente escalofriante.

Hace mucho tiempo, una niña nació en el seno de una familia adinerada de Kyoto. Nunca le faltó de nada, excepto el habla, ya que a la nada despreciable edad de cinco años, la niña, todavía no había articulado una sola palabra.

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Los padres, desesperados, consultaron con diferentes doctores, sin hallar explicación o cura. Un día, dieron con un adivino, que tras observar a la niña y aplicar sus misteriosos métodos, llegó a la conclusión que la única salida que tenían era conseguir el hígado de un niño todavía por nacer, es decir, en el feto, dentro de la madre.

La familia contaba con diferentes empleados domésticos, pero fue la niñera la que se iba a encargar de esta dura y difícil tarea. Esta mujer, tenía una hija de edad similar a la niña afectada, y antes de partir, le entregó un amuleto- omamori- que la protegería en el caso de que su madre no volviera o estuviera un largo tiempo fuera de casa. Marchó de allí e intentó sin suerte conseguir un hígado para su protegida. Llevaba dinero, el cual no faltaba en la casa donde trabajaba pero ¿qué madre estaría dispuesta a entregar algo tan preciado?

Casi sin darse cuenta, pasaron semanas, meses, hasta que llegó a la población de Adachigahara y estableció su hogar en una cueva, cercana a un camino muy transitado, lugar que pensó que aumentaría sus posibilidades de triunfar en su empresa.

Pasaron años.

Un día, una embarazada caminaba cerca de la cueva. Desesperada y ansiosa por volver a casa junto a su hija y complacer a sus señores, engañó a la mujer, la hizo entrar dentro mostrando una sonrisa y escondiendo un cuchillo.

Destripó el vientre de la mujer, extrajo el hígado, y no fue hasta ese momento cuando se dio cuenta de que la muchacha llevaba colgado el omamori que le había entregado su desaparecida madre años atrás. No sólo había asesinado a su hija, sino también a su futuro nieto.

Pronto o tarde, se convirtió en un youkai- monstruo- que asaltaría a los transeuntes para comerse su carne.

Existen muchas más historias y leyendas que hablan de la onibaba. La mayoría de ellas, cuentan con pasajes que hablan de la anciana-youkai afilando su largo cuchillo, de como su casa está llena de huesos humanos y de como disfruta colgando a sus víctimas y preparando un caldo apropiado para el consecuente banquete.