jueves, 31 de enero de 2013



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Dagmar Overbye tenía una personalidad impulsiva, rebelde y llena de vicios morales como la calumnia y la tendencia al robo. A los doce años escapó de casa por tres años y, ya de adulta, mató (estrangulándolos, tirándolos a la chimenea o ahogándolos) a 16 infantes, contando a uno de sus propios hijos… Hasta la fecha, Dagmar es la mayor asesina danesa. 
Una niña insana y dañina
Dagmar Overbye nació el 23 de abril de 1887 y fue hija de Soren Julius August Overbye y Ane Marie Petrine Kristiansdatter Johnson.
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Se cree que Dagmar pudo ser sexualmente abusada en su niñez.
De Dagmar se dice que fue abusada sexualmente cuando era niña, aunque esto nunca se demostró. En todo caso su niñez no fue saludable y, con tan solo doce años de edad, ella tuvo problemas con la ley y se fue de casa. Detrás de ese hecho estaba la personalidad patológica y desequilibrada que presentaba desde pequeña, descrita por el psiquíatra August Wimmer en estos términos: “Desde sus primeros años un individuo psicopático, una degenerada con una vida emocional reactiva y desnivelada, con extremas fluctuaciones entre el bien y el mal, dificultad para centrarse, tendencia a sentirse mal con facilidad y temperamento impulsivo; con defectos morales precozmente emergentes tales como la mentira, la deshonestidad, el robo y una inclinación a cubrirse culpando cruelmente a gente inocente de sus propias fechorías; con una fuerte tendencia hacia una irregular forma de vida en lo concerniente a la sexualidad (aunque quizá es frígida actualmente)”. Sin embargo, tres años después Dagmar regresó a la casa de sus padres en Aarhus.
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Pariendo hijos para la muerte
Tiempo después, Dagmar intentó conseguir dinero como sirvienta pero fue acusada de robo y en 1909 le dieron su primera condena en Fiona.
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En 4 años y pico, Dagmar estuvo con cuatro hombres y un hijo de cada hombre: dos murieron “misteriosamente”, y a otro hijo lo mató…
Posteriormente y ya cumplida la condena, ella consiguió trabajo en un restaurante. Allí tuvo un romance con uno de los empleados y salió embarazada, dando a luz a su primer hijo. No obstante, el bebé murió mientras Dagmar vivía en casa de su madre…
La pérdida del primer hijo no hizo que Dagmar se cuidara más, y antes de 1913 ella tuvo un matrimonio con Nielsen, del cual nació Erena Marie en 1912. Pese a ser madre, Dagmar rompió la unión con Nielsen y en 1913 se fue a Randers, donde se hizo trabajadora doméstica y quedó embarazada del patrón. Esta vez ella no quería ser madre; pero, en vez de abortar, esperó a que el niño (bautizado como “Paúl”) naciera y, pasado un tiempo, lo mató…
Tras asesinar infamemente a su propio hijo, Dagmar se fue a Copenhague, la capital de Dinamarca. Allí consiguió empleo en una tienda de dulces, y poco después conoció a Svendsen, se fue a vivir con él, quedó embarazada de él, dio a luz y, “misteriosamente”, el niño murió por razones aún desconocidas.
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La asesina de niños
Dagmar pasó al salón de la fama porque, aprovechándose de casos en que se daban en adopción niños nacidos fuera del matrimonio, asesinó a 15 (aunque solo se probaron 9) infantes con inusitada crueldad: estrangulándolos, ahogándolos, o incluso tirándolos vivos al fuego de la chimenea…
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Dagmar pasó a la gloria criminal porque, aprovechándose de casos en que madres desesperadas daban en adopción a hijos concebidos fuera del matrimonio, asesinó a 15 (aunque solo se probaron 9) infantes con inusitada crueldad: estrangulándolos, ahogándolos, o incluso tirándolos vivos al fuego de la chimenea…
El primer asesinato de la serie lo cometió en 1916. Todo empezó cuando vio un anuncio en el periódico, dentro del cual Rasmine Jensen, madre soltera, daba en adopción a su segundo hijo, ofreciendo a quien lo adoptara el equivalente (simbólico al parecer) a unos dos dólares americanos… La desesperación de la joven madre podía olerse en el anuncio, y Dagmar vio allí una fácil oportunidad para desahogar sus instintos homicidas… Entonces contactó con rapidez a Rasmine y, apenas un poco después de apoderarse del pequeñito, lo estranguló, fue hasta el cementerio más grande de Copenhague, buscó un inodoro y tiró el bebé muerto al inodoro…
De allí en adelante el método sería siempre este: 1) buscar el anuncio de una madre desesperada que, en su situación angustiosa, ofrece apenas una insignificante compensación económica a quien adopte su hijo, 2) contactar a la madre llamándola, 3) encontrarse con la madre, recibir al infante y a la pequeña suma de dinero, 4) esperar un rato después de la partida de la madre, 5) matar al infante estrangulándolo, ahogándolo o quemándolo en la chimenea, escondiéndolo el cadáver en el ático cuando fuese necesario. De entre todas las víctimas solo una sobrevivió, siendo encontrada mientras Dagmar estaba en la cárcel, cumpliendo una condena por robo que debía durar de 1918 a 1919. Las fuentes no aclaran el caso, pero puede pensarse que Dagmar dejó al niño con vida fuera de su casa (como hizo con el bebé del cementerio, aunque en ese caso la criatura estaba muerta); ya que, de haber sido encontrado en su casa, se la habría culpar y casi de seguro se habrían descubierto los bebés del ático.
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En 1920 Karoline Aagesen, al día siguiente de dar su hijo en adopción, se arrepintió y fue a casa de Dagmar, pero ésta sólo daba extrañas explicaciones y, sospechando un crimen, Karoline llamó a la Policía. Al llegar, los agentes encontraron en la chimenea los restos carbonizados del hijo de Karoline… 
La perdición de Dagmar vino en 1920 con el pequeño hijo de Karoline Aagesen, ya que, al día siguiente de dar al niño, Karoline se arrepintió y fue en busca de su pequeño a la casa de Dagmar. Sin embargo el niño no estaba, y Dagmar no podía sino ofrecer extrañas explicaciones sobre dónde estaba el pequeño y por qué estaba allí. Así, Karoline sospechó que algo andaba mal y llamó a la Policía. Lastimosamente no se equivocó, pues los agentes encontraron que, lo que alguna vez fue su hijo, era ahora un pequeño, negruzco y chamuscado cúmulo de restos humanos que yacían junto a los leños que alimentaban la chimenea de la monstruosa Dagmar…
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Juicio, muerte y legado
Durante el juicio se dijo que probablemente Dagmar había estado influenciada por el nafta (un compuesto tóxico) a la hora de cometer los asesinatos, aunque la hipótesis se descartó y, conjuntamente y pese a los diagnósticos de Dagmar como una mujer trastornada, también se desechó la alternativa de que estuviese loca.
En cuanto a Svendsen, el novio de Dagmar, se supo que éste recibía dinero de ella y que no le gustaban los niños, cosas que juntas lo volvían sospechoso de colaboración…
Por su parte, la madre de Dagmar mostró una extraña inestabilidad emocional  en el juicio, estando unas veces en actitud pasiva, otras en una intensa desesperación, y algunas en un estado de enérgica jovialidad…
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Inicialmente se condenó a Dagmar a pena de muerte por 9 asesinatos (confesó 16 pero no pudieron probarse todos); pero, gracias a la intervención de su abogado, la corte tomó conciencia de que detrás de ella estaba también la culpa de los padres y madres irresponsables y los defectos culturalmente alimentados de una sociedad que, en virtud de ciertos vicios y carencias, fomentaba hasta cierto punto el nacimiento de niños fuera del matrimonio y en condiciones indebidas para su futuro desarrollo.
Un punto interesante del proceso fue cuando, ante la acusación de asesinato premeditado, el abogado de Dagmar dijo que ésta no era sino “el instrumento de una sociedad dañada y de unas madres irresponsables”.
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El 6 de mayo de 1929, Dagmar Overbye falleció en cautiverio a la edad de 46 años.
Finalmente a Dagmar se le terminó condenando por 9 asesinatos (confesó 16 pero no todos pudieron probarse) y se le dictó pena de muerte; mas, aunque el veredicto no fue apelado, un mes después se la perdonó y se le impuso cadena perpetua. La razón de esto estuvo en el hecho de que el debate logró hacer tomar conciencia a los presentes de una verdad fundamental: Dagmar era culpable, pero detrás de ella estaban dos grupos de culpables: primero, los padres y madres irresponsables que no supieron prevenir el nacimiento de un bebé que no iban a poder y/o querer cuidar; segundo, la totalidad de la sociedad danesa que, en virtud de determinados defectos, propiciaba hasta cierto punto el nacimiento de niños fuera del matrimonio.
Después de ser trasladada de la prisión de mujeres en Christianshavn a la Prisión Occidental, el tiempo pasó y el 6 de mayo de 1929 Dagmar falleció en cautiverio a la edad de 46 años. Las obras que cometió en vida fueron indiscutiblemente reprobables, pero el legado de concientización que dejó se plasmó en una ley de supervisión para los niños nacidos fuera del matrimonio, la cual estuvo en pleno vigor hasta 1965. También y aunque de menor trascendencia social, Dagmar inspiró una obra teatral (“Historien om en Morder”) a la compañía Teatred ved Sorte Hest y una novela (“Englemagersken”) a la escritora Karen Sondergaard.

miércoles, 30 de enero de 2013



Tengo fobia a los payasos, ver uno simplemente hace que me den escalofríos y que quiera alejarme de él lo más pronto posible. Hace ya unos 24 años, cuando tenía tan solo 6 años de edad, estaba viviendo en casa de mi abuela, ya que mis padres estaban siempre teniendo discusiones y la abuela decidió que era mejor que me quedara con ella unos días mientras se tranquilizaban, pero esos tres días serian todo lo contrario a tranquilidad, se convertirían en la memoria más horrible de mi vida.
El primer día que llegué a casa de la abuela me sentía de lo más triste por mis padres, todavía podía escuchar cómo se gritaban uno al otro, mi abuela, quien siempre me ha querido mucho, me llevo hacia su cuarto, donde había un cofre con algo de polvo encima, como si no lo hubieran tocado en muchos años, abrió el cofre y dentro de él se encontraban muchas chucherías viejas que ya no recuerdo, pero lo que más llamo mi atención, fue que del fondo del baúl saco un muñeco muy extraño, era la figura de un payaso, pero este tenía algunas deformidades, como que su cuello era mucho más largo de lo normal, y su cuerpo era redondo de la parte de abajo, no daba un aspecto gracioso, si no llamativo, pero lo que más me llamo la atención fue esa sonrisa que tenía, una cara completamente pálida, con ojos pequeños y negros, hasta podías observar tu propio reflejo en ellos, labios remarcados con pintura roja muy finamente alrededor de ellos, la abuela me lo quiso obsequiar como un compañero para no sentirme solo, al principio lo acepte con gusto, ya que me parecía un juguete bastante divertido con esa forma de pino que tenia, sin embargo, las cosas se volvieron bastante feas esa noche.
Antes de irme a dormir con "Flappy" (que era el nombre que le había puesto al muñeco) jugué un rato con él en mi cuarto, en un cierto momento me di cuenta de que tenía anudado un cordón debajo de su camisa de payaso, cuando desanudé ese cordón, me di cuenta de que era una cuerda para que el payaso hablara. Obviamente, no dude en jalar esa cuerda, al principio no hacía nada, la jale un par de veces más, y entonces el payaso abrió su boca, pero lo que decía, no eran palabras, eran sonidos como si un pizarrón fuera rasgado, entonces empezó a mover la mandíbula de una manera un tanto violenta, mientras esos chirridos se ahogaban por si solos, era el sonido más espantoso que jamás había escuchado, así que arroje a Flappy en una esquina, y me fui a dormir con ese tormentoso sonido que no paraba de dar vueltas en mi cabeza.
Al siguiente día, le dije a mi abuela sobre el problema de Flappy, entonces ella extrañada, lo tomó y se lo llevo a revisarlo para ver cuál era el problema, yo esperé en la sala nervioso por ese molesto sonido, y sin darme cuenta, ese chillido volvió a sonar, ahora era más bien el chillido de una señora llorando desesperadamente, gritando de forma desgarradora, en ese momento sólo me tapé los oidos e intenté no pensar en ese sonido.
De pronto la abuela estaba bajando las escaleras lentamente, paso por paso, y estaba pálida, la abuela se me acercó lentamente me levantó del suelo y empezó a presionar mi garganta, casi me rompe el cuello mientras me gritaba obscenidades y maldiciones, escuché como gritaba desesperadamente, me soltó y rompió el cristal de un viejo reloj que tenia, y con los cristales, se saco los ojos mientras estos le chorreaban sangre por todas partes, se corto la quijada desde las mejillas dándole una aspecto cadavérico impactante, luego se tiro al suelo y empezó a azotar su cabeza violentamente una y otra vez contra el suelo, primero vi como se rompía sus propios dientes, luego su nariz, luego su cráneo, y falleció desangrada en el suelo de su propia sala, en ese momento yo estaba en estado de shock, después de presenciar aquel acto satánico de sangre, solo me quedo quedarme parado observando el cuerpo de la abuela, entonces solamente subí las escaleras, tome a aquel muñeco y salí caminando de la casa tranquilamente, no llore y ni siquiera produje sonido alguno, solo camine lejos de ese lugar.
Escuche que al día siguiente, mis padres encontraron al cuerpo de la abuela, no estoy seguro, porque nunca lo pude comprobar, puesto que nunca regrese con ellos y anduve vagando solo por las calles sobreviviendo de lo que podía encontrar, y mi único acompañante es Flappy.... aunque hay algo que me intriga de el hoy en día, en su ropa de payaso, tiene marcadas huellas de color rojo de unas manos, pero no unas huellas normales, eran de manos pequeñas... como si lo hubiera manchado un niño con manos ensangrentadas

martes, 29 de enero de 2013




Su primer crimen fue cometido con el propósito de realizar un pacto con el Diablo para lograr sus favores. Pero tras haberle cortado las muñecas a la víctima, haberle sacado el corazón, los ojos y la sangre, no se le apareció; mas había despertado su vocación por matar y torturar, llegando después a ser uno de los mayores monstruos de la historia.

El Mariscal de Las Tinieblas

Sadismo: perversión sexual que se caracteriza por la obtención del placer erótico a través de maltratar o hacer sufrir a la pareja…
Gilles tuvo una excelente formación intelectual y militar, peleó junto a Juana de Arco en favor de Carlos VII y, por su desempeño en combate, alcanzó el grado de Mariscal de Francia
Con apenas 20 años, Gilles de Laval, barón de Rais, era ya un joven de atractiva elegancia y sorprendente belleza. Había recibido una esmerada formación intelectual y militar que lo llevó a tomar lugar al lado de Juana de Arco como primer teniente a favor de su amigo el rey Carlos VII. Sirvió con tal distinción en las distintas batallas de la época, que fue recompensado con el título de Mariscal de Francia. La suerte le seguía sonriendo desde su venida al mundo en 1404.
Descendía de una de las familias más ricas y poderosas de Francia, y a los once años había heredado una de las mayores fortunas del país, que se había incrementado tras casarse a los dieciséis, con su prima e inmensamente rica, Catalina de Thouars.
Por aquel entonces su vida transcurría con total normalidad, incluso acababa de ser padre de una niña y era uno de los nobles más ricos de Europa. No obstante su conducta cambiaría tras la captura de su protegida Juana de Arco. El joven Mariscal trató de salvarla con una obstinación casi obsesiva, pero de poco le iba a servir, pues Juana acabaría siendo quemada en la hoguera.
Tras el duro shock de haber perdido a la mujer que idolatraba en secreto, Gilles se separó de su esposa y se encerró en su castillo de Tiffauges, negándose a tener contactos sexuales con ninguna mujer.
Entonces comenzó una insólita carrera de crímenes y sacrilegios contra la Iglesia, pues trataba de desafiar a Dios por haber permitido que Juana fuese torturada y quemada.
Tras la muerte de Juana de Arco (arriba) en la hoguera, Gilles, que la amaba e idolatraba en secreto, se separó de su esposa y se encerró en su castillo: entonces comenzó su rencor hacia la Iglesia y hacia Dios por permitir que Juana muriese, tras lo cual el odio empezaría a crecer hasta volverlo un demonio capaz de torturar y asesinar a unos 200 niños
Para divertirse, ordenaba que se organizasen en sus múltiples castillos lujosísimas fiestas y representaciones teatrales que eran conocidas en toda Europa, pero sus excesivos gastos pronto empezaron a menguar su fortuna y se vio obligado a vender varias de sus propiedades.
Preocupado por tales pérdidas, el barón de Rais se fue aficionando a la Alquimia e hizo que se instalase un laboratorio en un ala del castillo, donde trabajaba sin apenas dormir ayudado por alquimistas y magos importados de toda Europa a la búsqueda de la piedra filosofal, capaz, según la tradición esotérica, de transformar los metales en oro.
Al cabo de cierto tiempo, su sueño de oro no acababa de madurar, todo lo contrario, los alquimistas y magos le costaban una fortuna que lo iba arruinando más y más, hasta que desengañado despidió a la gran mayoría. Los pocos que quedaron a su mando no tardaron en persuadirlo que sólo con la ayuda del Diablo podría conseguir el oro que necesitaba.
(Algunas de sus numerosas biografías, cuentan que Gilles de Rais, llamado Barba Azul, habría hecho testamento legando parte de sus bienes a Satanás, pero reservándose su vida y su alma, según la leyenda. En las escrituras del castillo, figura como titular el mismo Diablo).
Los historiadores opinan que su primer crimen fue cometido con el propósito de realizar un pacto con éste para lograr sus favores. Pero tras haberle cortado las muñecas a la víctima, haberle sacado el corazón, los ojos y la sangre, ni se le apareció el Diablo ni logró trasformar el metal en oro. Lo único que habría logrado, sería el haber descubierto su pasión secreta: la tortura, la violación y el asesinato de niños.
Este personaje sentía una predilección malsana por los niños y los adolescentes, hasta el punto de que se atribuyó nada menos que la muerte de 200, tal vez más…
Gilles contó que disfrutaba entrando a la sala donde tenía a sus víctimas colgadas de ganchos. Al oír sus quejas de agonía fingía compasión y descolgaba a los torturados; pero luego, cuando se sentían confiados y consolados, los habría con un cuchillo y violaba sus cadáveres…
A partir del verano de 1438 comenzaron a desaparecer algunos muchachos de la misma ciudad de Nantes, de los pueblos de los alrededores, y la mayor parte, ocurrían cerca de la mansión del barón de Rais. También hacía entrar en su castillo a algunos de los niños mendigos que pedían limosna frente al puente levadizo, que eran retenidos contra su voluntad por sus servidores, violados y desmembrados posteriormente. La sangre y otros restos se conservaban para propósitos mágicos.
El mismo Gilles contó en alguna ocasión como disfrutaba visitando la sala donde los chicos eran a veces colgados de unos ganchos. Al escuchar las súplicas de alguno de ellos y ver sus contorsiones, Gilles fingía horror, le cortaba las cuerdas, le cogía tiernamente en sus brazos y le secaba las lágrimas reconfortándole. Luego, una vez se había ganado la confianza del muchacho, sacaba un cuchillo y le segaba la garganta, tras lo cual violaba el cadáver.
En una ocasión, se acercó a un niño que había elegido previamente y lo llevó al gran lecho que ocupaba el fondo de la sala de “torturas”. Después de algunas caricias, tomó una daga que colgaba de su cintura, y riendo a carcajadas cortó la vena del cuello del desdichado. Frente a la sangre que brotaba y al cuerpo que se convulsionaba, el barón se puso como loco. Arrancó las vestimentas al moribundo, tomó su propio miembro y lo frotó en el vientre del niño, que dos de sus cómplices sostenían porque éste estaba sin conocimiento. Cuando por fin salió el esperma, tuvo un nuevo acceso de rabia, tomó una espada y de un golpe cortó la cabeza de la víctima. Gilles, en pleno éxtasis se tumbó sobre el cuerpo decapitado, introdujo su sexo entre las piernas rígidas del cadáver, gritando y llorando hasta un nuevo orgasmo, se derrumbó sobre el cuerpo cubriéndolo de besos y lamiendo la sangre.
Luego ordenó que quemasen el cuerpo y que conservasen la cabeza hasta el día siguiente. En ese mismo suelo, desnudo y manchado de sangre se habría quedado dormido.
Gilles, que se había rodeado de una corte de brujos y hechiceros, empleaba a todos sus niños torturados como tributos ofrecidos para terribles rituales de magia negra de corte satanista. Uno de sus mayores gustos era organizar concursos en que sus perversos invitados elegían la cabeza más “bella” de entre todas las cabezas clavadas que iba acumulando: la cabeza ganadora era siempre usada para asquerosos actos de necrofilia…
(Se dice que Gilles tras la comisión de los crímenes de vampirismo y necrofilia caía en un pesado sueño, casi en coma, hecho que se reproduce en otros asesinos vampíricos y necrófilos que también dormían después de atacar a los cadáveres, como es el caso de Henri Blot).
A la mañana siguiente no quedaba huella ninguna de su desenfreno de la noche anterior, sus sirvientes la habían limpiado. Pidió que le trajeran la cabeza y ante ésta, se arrodilló bañado en lágrimas y prometió reformarse. Acercó sus labios a la cabeza, la besó largamente y se fue a su cama llevándola consigo y diciéndole que muy pronto se reuniría con otras cabezas tan bellas como ella…
Uno de los mayores placeres de Gilles era tener las cabezas decapitadas clavadas ante su vista. Luego llamaba a un artista de su séquito, el cual ondulaba exquisitamente el cabello del niño, le enrojecía los labios y las mejillas hasta darle un aspecto de belleza impresionante.
Cuando tenía bastantes cabezas cortadas, celebraba una especie de concurso de belleza, en el cual sus amigos e invitados votaban sobre cuál era la más bella. La cabeza “ganadora” era dedicada a un uso necrofílico.
Las numerosas desapariciones de niños y adolescentes hicieron que el pueblo sospechase del barón Gilles de Rais. Finalmente el duque de Bretaña envió soldados al castillo de Tiffauges (arriba): entonces vieron que aquel era un verdadero castillo de torturas, un infierno.
Tras las numerosas desapariciones de niños, poco a poco las sospechas se fueron tornando hacia la persona del barón, pero nadie se atrevía a acusarle, pues aunque más empobrecido seguía siendo un personaje muy poderoso, y sus víctimas en cambio, solo eran gente muy humilde.
Por otro lado, los proveedores no cesaban de amenazar a los padres que reclamaban a sus hijos desaparecidos, y en todas partes se hacía el silencio.
A principios de 1440, llegaron los rumores hasta la corte del duque de Bretaña, quién ordenó abrir una investigación sobre los secuestros y la posible implicación del barón de Rais.
El 13 de septiembre fue detenido en su el pueblo de Machecoul por un grupo de soldados, quienes hallaron en su propiedad los cuerpos despedazados de 50 adolescentes. El duque de Bretaña le hizo compadecer ante la justicia acusado de haber asesinado e inmolado entre 140 y 200 niños en prácticas diabólicas.
Se le infligieron todo tipo de torturas para obligarle a confesar sus crímenes, que se obstinaba a negar pese a las evidencias, pero fue sólo la amenaza de la excomunión lo que le indujo a hacerlo detalladamente.
Durante el juicio, el cínico monstruo afirmó que su mayor placer era sentarse sobre los estómagos abiertos de sus víctimas para ver cómo agonizaban.
En octubre, Gilles aceptó voluntariamente todos los cargos que se le imputaban y confesó que había disfrutado mucho con su vicio, a veces cortando él mismo la cabeza de un niño con una daga o un cuchillo, y otras golpeando a los jóvenes hasta la muerte con un palo y besando voluptuosamente los cuerpos muertos, deleitándose sobre aquellos que tenían las cabezas más bellas y los miembros más atractivos. Afirmó ante los magistrados que su mayor placer era sentarse en sus estómagos y ver como agonizaban lentamente, y que en los cargos que se le imputaban no había intervenido nadie más que él, ni había obrado bajo la influencia de otras personas, sino que siguió el dictado de su propia imaginación con el único fin de procurarse placer y deleites carnales.
Al amanecer del 26 de octubre fue llevado a un descampado junto con dos de sus más destacados cómplices para ser ahorcado y quemado en la hoguera. En el patíbulo manifestó públicamente su arrepentimiento, instando a todos los presentes a no seguir su ejemplo y pidiendo humildemente perdón a los padres de las víctimas. Murió aferrándose desesperadamente a su fe cristiana.
Accediendo a las súplicas de algunos de sus parientes, el cuerpo, parcialmente quemado, fue retirado de la hoguera y enterrado en una iglesia de las carmelitas en Nantes. Sus bienes fueron confiscados en beneficio del duque de Bretaña y de la Iglesia.
NOTA: El texto expuesto fue escrito por Pili Abeijon.
ANEXO: Siniestras declaraciones de Guilles de Rais 
Estas impactantes palabras que Guilles de Rais emitió durante su juicio, dan cuenta de una de las personalidades más perversas que la historia haya conocido. En ellas se muestra a un ser que no solo está consciente de que obra el mal, sino que obra el mal por amor al mal, particularmente al mal que se complace en destruir la inocencia y la pureza y en, a través de sangrientos ritos, dar rienda suelta a un oscuro sentimiento de devoción casi religiosa por la muerte misma. Tales declaraciones han sido tomadas del libro El Mariscal de las Tinieblas de Juan Antonio Cebrián:
‹‹Yo, Gilles de Rais, confieso que todo de lo que se me acusa es verdad. Es cierto que he cometido las más repugnantes ofensas contra muchos seres inocentes —niños y niñas— y que en el curso de muchos años he raptado o hecho raptar a un gran número de ellos —aún más vergonzosamente he de confesar que no recuerdo el número exacto— y que los he matado con mi propia mano o hecho que otros mataran, y que he cometido con ellos muchos crímenes y pecados.
Confieso que maté a esos niños y niñas de distintas maneras y haciendo uso de diferentes métodos de tortura: a algunos les separé la cabeza del cuerpo, utilizando dagas y cuchillos; con otros usé palos y otros instrumentos de azote, dándoles en la cabeza golpes violentos; a otros los até con cuerdas y sogas y los colgué de puertas y vigas hasta que se ahogaron. Confieso que experimenté placer en herirlos y matarlos así. Gozaba en destruir la inocencia y en profanar la virginidad. Sentía un gran deleite al estrangular a niños de corta edad incluso cuando esos niños descubrían los primeros placeres y dolores de su carne inocente.
Contemplaba a aquellos que poseían hermosa cabeza y proporcionados miembros para después abrir sus cuerpos y deleitarme a la vista de sus órganos internos y muy a menudo, cuando los muchachos estaban ya muriendo, me sentaba sobre sus estómagos, y me complacía ver su agonía…
Me gustaba ver correr la sangre, me proporcionaba un gran placer. Recuerdo que desde mi infancia los más grandes placeres me parecían terribles. Es decir, el Apocalipsis era lo único que me interesaba. Creí en el infierno antes de poder creer en el Cielo. Uno se cansa y aburre de lo ordinario. Empecé matando porque estaba aburrido y continué haciéndolo porque me gustaba desahogar mis energías. En el campo de batalla el hombre nunca desobedece y la tierra toda empapada de sangre es como un inmenso altar en el cual todo lo que tiene vida se inmola interminablemente, hasta la misma muerte de la muerte en sí. La muerte se convirtió en mi divinidad, mi sagrada y absoluta belleza. He estado viviendo con la muerte desde que me di cuenta de que podía respirar. Mi juego por excelencia es imaginarme muerto y roído por los gusanos.
Yo soy una de esas personas para quienes todo lo que está relacionado con la muerte y el sufrimiento tiene una atracción dulce y misteriosa, una fuerza terrible que empuja hacia abajo. (…) Si lo pudiera describir o expresar, probablemente no habría pecado nunca. Yo hice lo que otros hombres sueñan. Yo soy vuestra pesadilla.››



Cuentan que cierto día, una chica llamada Eulalia entró a formar parte del personal de enfermería en el hospital. Era una chica de buena presencia, con cabellos rubios, ojos claros y facciones finas, con una actitud amable y educada aunque revestida por un ligero aire de seriedad.
Desde sus primeros días en la institución médica, Eulalia demostró gran profesionalismo y diligencia,  mostrándose siempre solicita con el personal médico y con los pobres enfermos, hacia los cuales profesaba una dedicación que a veces iba más allá del mero deber. Por otra parte, Eulalia siempre estaba muy limpia y arreglada, con el uniforme blanco perfectamente planchado e impoluto, exento de la más mínima mancha o arruga.
Como era de esperarse, Eulalia se granjeó rápidamente el aprecio de los médicos, a la par que, gracias a su natural simpatía, logró verse libre de inspirar envidia en sus compañeras y compañeros de enfermería.
Por otra parte, la vida de Eulalia era realmente tranquila, sana y sencilla, ya que todo su tiempo se dividía entre las labores en el hospital y las atenciones hacia su pequeña pero estable y relativamente feliz familia, conformada por sus padres y sus dos hermanos menores, al menos en lo que respecta a su círculo más cercano. Por ello, los días habituales de Eulalia consistían en trabajar en el hospital, llegar a casa con una sonrisa, comer con todos, dormir un rato, despertar y pasar sus horas siguientes en tareas domésticas que compartía con su madre, en jugar con sus hermanos o en la lectura.
Sin embargo, un día todo cambió…
En efecto, cierta mañana el director del hospital convocó al personal para presentar al nuevo médico que acababa de llegar: el Dr. Joaquín, un tipo inteligente, guapo y alto, venido “de buena familia”, pero con un cierto aire de arrogancia. Todas las demás enfermeras y casi todos los enfermeros fueron, pero Eulalia se quedó atendiendo a un paciente.
Pasados unos cuantos  días, Eulalia todavía no había cruzado palabra alguna con el Dr. Joaquín, y apenas lo había visto de lejos, aunque a sus oídos ya habían llegado los rumores que lo retrataban como un tipo orgulloso, como uno de esos hombres que miran a casi todos “por encima del hombro”. Eso hacía que ella no tuviera muchos deseos de conocerlo, pero un día la convocaron para que lo ayudase con la extracción de una bala en la pierna de un paciente…
Pese a los rumores, cuentan que Eulalia quedó prendada del Dr. Joaquín cuando lo vio de cerca, al punto de que sus manos temblaban ligeramente cuando le pasaba los instrumentos, llegando incluso a equivocarse en lo que respecta a entregar el instrumento correcto…
Después de ese primer encuentro, Eulalia empezó a enamorarse apasionadamente del Dr. Joaquín, a pesar de que le decían que no le convenía, que el tipo era un egocéntrico y que coqueteaba con una y otra enfermera. No obstante ella siguió en su afán, diciéndose que sus compañeras estaban exagerando o simplemente justificando a Joaquín cuando no podía dudar de tales o cuales críticas que sobre él se cernían. De ese modo, pasados algunos meses ella consiguió su propósito y el Dr. Joaquín cedió a sus encantos, aceptando ser su novio.
Durante un largo tiempo Eulalia se sentía la criatura más dichosa del mundo, y su pasión crecía como un incendio a pesar de que Joaquín no parecía amarla con la misma intensidad e incluso, según las malas lenguas, coqueteaba con otras chicas a espaldas de ella.
Tras poco más de un año de noviazgo, Eulalia se sorprendió cuando cierto día Joaquín le propuso matrimonio, a lo cual ella accedió con el cándido entusiasmo de una quinceañera enamorada. Sin embargo era necesario esperar para la boda, ya que antes Joaquín debía irse a un seminario de 15 días en otra ciudad.
Antes de irse él le pidió que le planchara y preparara un fino traje, ya que debía estar impecable y elegante en el seminario. Entonces ella aceptó y, justo un día antes del viaje, él fue a recoger el traje y a visitarla, hablando tendidamente con ella y despidiéndose entre abrazos, besos y promesas de amor eterno…
Tan solo una semana tras la partida de Joaquín, Eulalia ya lo extrañaba como si hubiese estado ausente varios meses, por lo que a veces adoptaba una actitud de melancólica nostalgia.
Paralelamente, justo después de una semana cumplida desde el último día en que vio a Joaquín, un enfermero la abordó cuando estaba sola, le declaró su amor y le pidió que por favor lo acompañara a una fiesta como su pareja de baile, pero ella se negó y le dijo que si acaso no recordaba que el Dr. Joaquín y ella tenían una relación… Asombrado y algo herido, el enfermero la miró y le dijo que no entendía cómo es que nadie le había contado que Joaquín renunció en el hospital y se fue a un viaje de luna de miel con su nueva esposa…
Las palabras del enfermero habían dejado completamente helada a Eulalia, con esa mezcla de dolor y consternación que alguien siente cuando inesperadamente le informan que su madre o alguien muy querido ha muerto, aunque con la enorme y gran diferencia de que en la mirada de Eulalia latía la decepción. Por eso ella no acertó a decir nada, y solo agachó la cabeza y se fue, caminando con la leve esperanza de que aquello fuese un invento del enfermero para salir con ella. Pero a la mañana siguiente fue y averiguó en los registros, y efectivamente Joaquín había renunciado, por lo cual era lógico asumir que lo de la luna de miel era también cierto, tal y como decían muchas más personas además del enfermero…
Desde su decepción amorosa, Eulalia jamás volvió a ser la misma. Nunca había tenido un novio antes, y solo le había gustado uno que otro chico durante su adolescencia, siendo con Joaquín con quien supo lo que realmente era el amor. Sentía que su corazón era un jarrón despedazado sobre el árido suelo de la vida, y al parecer ni ella misma quiso recoger los pedazos y recomponerlo, ya que permitió que la amargura fuera apoderándose progresivamente de ella, hasta convertirla en un ser frío, silencioso y sombrío, en una mujer que no volvió a vincularse a ningún hombre porque se abandonó a la idea de que todos “eran iguales”, y en una enfermera que realizaba su trabajo con el alma empolvada por el tedio y el desgano, descuidando a los enfermos hasta el punto de que algunos murieron por sus negligencias al olvidarse darles la medicación, a pesar de ello no fue despedida porque, sus compañeros y superiores la apreciaban y pensaban que tarde o temprano volvería a ser la chica trabajadora y dedicada a los pacientes que siempre había sido.
Pasaron así los años y un día la enfermedad cayó sobre ella, transformándola en una paciente más del hospital donde por décadas fue indiferente hacia el malestar de los enfermos que tan mal atendía. Ella era la abandonada ahora. Sin embargo, en lo profundo de su soledad, la reflexión le ablandó el corazón y, antes de morir, se arrepintió de haber sido tan mal enfermera, falleciendo sin poder perdonarse a sí misma, y con el anhelo de enmendar de alguna forma sus errores pasados…
Tras la muerte de Eulalia, en el hospital comenzaron a surgir testimonios de gente que era atendida por una amable enfermera que no parecía pertenecer al personal del hospital. Una chica joven con la ropa impecable, perfectamente planchada, tal y como la llevaba Eulalia en vida. Normalmente los testimonios eran confusos porque solía atender a los enfermos cuando dormían, se encontraban sedados o estaban muy graves.
En cierta ocasión, una de las enfermeras que trabajaban de noche se quedó dormida en su turno. Su negligencia le podría haber costado la vida a un paciente que necesitaba una importante medicación para tratar una fuerte infección que hacía peligrar su vida. El hombre, semiinconsciente, observó como una enfermera, a la cual no pudo reconocer porque tenía el rostro ligeramente borroso y como desdibujado, le suministró el antibiótico necesario y, mientras lo arropaba, le dedicó una caricia en el pelo. Un par de horas después, la enfermera que se había dormido en su turno se despertó sobresaltada y, acordándose de lo importante que era suministrarle la medicación al señor, salió corriendo hacia su habitación, temiéndose lo peor. Al llegar allí se encontró que, el goteo que mezclaba el antibiótico con el suero, estaba perfectamente colocado y la dosis era la correcta. Aún asustada, le preguntó al paciente quién le había puesto la medicación. La respuesta la dejó helada: “Su compañera rubia, la que tiene la bata sin una sola arruga”.
Ésta fue una de las cientos de veces que “La Planchada” atendió a alguien que necesitaba la ayuda médica o que había sido descuidado por las otras enfermeras. Pocos son los que la recuerdan, ya que siempre atiende a personas graves o cuando están medio dormidas; ninguno puede recordar su rostro con claridad, ya que, casi siempre que se ha dejado ver, lo ha hecho con su cara ladeada o de espaldas. Pero todos los testimonios concuerdan en lo mismo, en lo impoluto de su aspecto y en la perfecta forma en la que están planchadas sus ropas, así como en lo cordial y profesional de su trato. Algunos, de entre el personal del hospital, también dicen haberla visto durante escasas fracciones de segundo entrar o salir de la habitación de un paciente e incluso haber sido despertados por el espíritu de Eulalia cuando dormían en sus turnos, tocándoles el hombro, y comprobando al despertar que estaban solos y que los pasillos del hospital estaban desiertos. Aunque nunca la vieron como una amenaza, ya que ayudaba a los enfermos cuando estos eran descuidados, cosa que se sabía gracias a los múltiples testimonios de pacientes que afirmaban haber recibido tal o cual medicación en ausencia de personal médico.
NOTA: Según varias fuentes esta leyenda es originaria de México, específicamente del hospital de Juárez, pero se cuenta que la planchada ha aparecido en otros hospitales e incluso hay historias similares en otros países. Esta podría denominarse la versión “moderna” de la leyenda que se hizo enormemente popular en el siglo XX en México. Pero existe una versión anterior surgida a raíz de la Guerra de Intervención Estadounidense que enfrentó a Estados Unidos y México, durante dicha guerra perecieron cerca de 25.000 soldados mexicanos, y en los hospitales de campaña las condiciones de trabajo del personal sanitario eran tan duras que era frecuente que las enfermeras se quedaran dormidas en sus interminables turnos. Al despertar, muchas de ellas, acudían rápidamente a seguir atendiendo pacientes y se encontraban que ya habían sido limpiadas sus heridas o suministrada la medicación que precisaban. Al preguntarles quien les había atendido siempre daban la descripción de una mujer rubia con cabello corto y rostro serio, que no correspondía con el aspecto de ninguna de las enfermeras que trabajan en el hospital. Los pocos que trataron de seguirla se llevaron la sorpresa de que parecía esfumarse al doblar una esquina.

domingo, 20 de enero de 2013



La historia que cuenta Sean relata como una vieja pintura, llamada "El hombre angustiado" le ha estado causando problemas a su familia por atraer energias que pareciesen no ser de este mundo.

Sean relata también que su abuela le cuenta que la pintura, además de haber pertenecido a varias generaciones de la familia, fué pintada por un artista que luego se suicidó. Resulta que para pintar el cuadro mezcló su sangre con los óleos, creando una cara de angustia y sufrimiento tal, que da solo angustia mirarla directamente. Esto le da un tono mas macabro a la situación.

Sean dice que encontró el cuadro en su sótano, y que lo llevó a su sala. Desde ese momento, él, su esposa e hijo, empezaron a sentir una extraña presencia en la casa. Su perro no quería subir al segundo piso; se observaba una extraña neblina que desaparecía misteriosamente y todos los integrantes de la familia dijeron haber visto " una extraña sombra negra" deambulando por la casa, inclusive en el dormitorio principal de la pareja.

Sean Llevó este cuadro a su recamara principal, donde comenzó a grabar las extrañas manifestaciones del mismo. Puertas que se abren y cierran, extrañas luces y accidentes a los miembros de la familia son eventos que suelen ocurrir ahora. Sean ha grabado varios videos sobre el fenomeno paranormal; 

martes, 15 de enero de 2013




Soñar con el infierno puede significar, que en la vida real sufre en una situación de la que le parece imposible escapar. Tal vez haya dejado a otra persona tomar las decisiones y le preocupa no tener el control de la situación.
Si sueña con el infierno tal vez representa sus miedos interiores y sus sentimientos de culpa. Es hora de dejar de castigarse a si mismo y empezar a relajarse.
Si sueña, que se dispone a entrar en el infierno, puede que se pelee con alguien.
Si sueña, que está saliendo del infierno, quiere decier que va a dejar sus problemas atrás.
Si simplemente sueña que, ve el infierno desde fuera, significa que está cerrando una página de su vida, porque ésta está cambiando.

 Soñar con ángeles, significa que su alma está inquieta. Los ángeles simbolizan: la bondad, la pureza, el consuelo y la protección. Preste mucha atención al mensaje, que ellos le transmiten. Ese mensaje le ayudará a alcanzar la felicidad. Los sueños relacionados con ángeles, suelen aparecer cuando se está portando mal con el prójimo y se siente mal por ello.
Soñar que es un ángel, significa que se siente satisfecho por lo bien que se está portando.
Si sueña con 3 ángeles, es un sueño espiritual, mágico y feliz.
Soñar con un ángel que lleva un pergamino en la mano, es un sueño altamente espiritual. El le está mostrando el camino. Si consigue leer el mensaje escrito en el pergamino, sería muy importante y trascendental.


Soñar con el demonio tiene que ver con la parte negativa de si mismo. Puede ser que si sueña con el demonio, se siente culpable por algo. Ha llegado la hora de dejar por un lado esa sensación de culpabilidad.
Por otra parte, en un sueño el demonio puede representar la inteligencia o el engaño.
Si sueña que espanta al diablo, superará los problemas y vencerá a sus enemigos.
Si en su sueño Vd. está hablando con el demonio, significa que sufrirá engaños, traiciones de amigos y decepciones También enfermedad.
Si en su sueño es amigo del diablo, significa, que amenudo se deja convencer para hacer cosas con las que no está de acuerdo, aunque éstas sean inmorales. Eso significa que su ética deja bastante que desear.

paguinas http://www.euroresidentes.com/suenos/diccionario_d.htm







Azrael es el Arcángel de la Muerte. A él se le atribuye el rol de separar el alma del cuerpo al momento de la muerte, así como también la capacidad de ayudarnos a superar nuestro temor a la muerte en virtud de una mayor comprensión de la misma. Según cuenta una historia, este noble arcángel se autoexilió del Cielo para cumplir su misión. 
Azrael es el Arcángel de la Muerte en varias tradiciones extrabíblicas. Está presente en el sijismo, en el islamismo, en el cristianismo e incluso en el judaísmo. Su nombre deriva de “Izrail”, nombre presente en el Corán y que se traduce como “Quien a Dios ayuda”. Comúnmente conocido como “Malak al-Mawt” entre los musulmanes, Azrael es en esencia el ángel que separa el alma del cuerpo al momento de la muerte, guiándola después hacia la oscuridad eterna o la luz del Creador, según pesen más los méritos o deméritos del alma en cuestión.
Diversos han sido los nombres con los cuales se ha visto asociado este arcángel: Ashriel, Azaril, Azriel, Izrail, y Ashrail, entre otros.
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UN ARCÁNGEL DE ASPECTO SINIESTRO
En cuanto a su aspecto, por lo general Azrael es representado con una espada o una guadaña en virtud de su asociación con la clásica personificación de la muerte en forma de esqueleto vestido de negro. La vestimenta de Azrael suele ser una larga sotana o túnica negra con una capucha, lo cual no es fortuito pues el negro ha sido el color arquetípico de la muerte en distintos tiempos y culturas, tanto de Occidente como de Oriente.
Existe sin embargo una representación mucho más impactante del Arcángel Azrael. A saber, en el Islam se lo describe como un ángel de setenta mil pies y cuatro mil alas, con un cuerpo cubierto de tantos ojos y lenguas como personas hay sobre la Tierra. Claramente se ve que la representación es simbólica, estando ligada al papel que se le da de ser quien escribe los nombres de las personas en el Libro de la Muerte.
Por último, una interpretación más realista ha sugerido que Azrael es un arcángel rodeado por una luz blanquecina, no ya del blanco resplandeciente de la túnica de Gabriel, sino de un blanco mortecino y representativo de la naturaleza de la muerte.
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AZRAEL Y SU MISIÓN
Azrael tiene el título del Ángel de la Transición porque ayuda al ser humano en el difícil tránsito de la muerte. Este papel puede ser abordado desde distintas ópticas, pasando por la clásica visión en que Azrael separa el alma del cuerpo y acompaña al alma a su destino, hasta aquella perspectiva algo heterodoxa de la reencarnación entendida de una forma más perteneciente al esoterismo que a la religión, perspectiva en la cual Azrael es el guía espiritual del alma en el momento de pasar de una vida a la otra, tanto en el caso en que esa alma tiene que pasar (antes de encarnar) por diversos planos sutiles o lugares de estancia, como en el caso (enmarcado en otras teorías) en que esa alma tiene que asumir un cielo o infierno temporal y transitorio entre una y otra existencia.
Es en esa función de Ángel de la Transición donde Azrael se encarga de dar paz al alma de quien va a morir, no solo en el momento de la muerte y en los instantes previos, sino en la difícil crisis que constituye el préambulo de angustia y agonía propio de aquellos casos en que el individuo sabe que la muerte está próxima, tal como el caso del enfermo terminal (de SIDA, cáncer, etc.) o, por poner un ejemplo extremo, el caso de alguien que va a morir ejecutado o torturado. Y es que, y esto hay que señalarlo, Azrael no requiere que su ayuda sea solicitada para ayudar. Él simplemente está allí, incluso para muchos de los que no creen en su existencia.
Mas él no se limita a ayudar al sujeto que va a morir: también ayuda a quienes sufren la agonía y la muerte de quien pasará al otro mundo. Es así que él derrama su “energía sanadora y luz divina”, otorgando consuelo, serenidad, aceptación y, sobre todo, una comprensión sabia y profunda de la muerte, no ya como el inquietante paso del ser a la nada, sino como el tránsito en que el sujeto abandona sus elementos transitorios y perecederos, triunfando sobre el vacío de la disolución en virtud de aquello que hay de eterno en él.
Lo visto remite a la función de Azrael en torno a la muerte y su preámbulo, pero él, sobre todo para quienes piden su ayuda directamente o simplemente solicitan a Dios o a los seres de luz ayudas vinculadas a su función, puede ofrecer sus servicios. Tal es el caso de las personas que atraviesan crisis existenciales vinculadas a la comprensión de la muerte. Individuos que se preguntan cuál es la naturaleza de la muerte, que guardan un profundo miedo hacia ésta, o que se dejan hundir en la depresión pensando en que todo acabará con la muerte, en que sobrevivirán pero perderán su esencia, en que sus almas tendrán un destino desconocido pero ciertamente angustiante, o en que no tienen salvación y estarán condenados al suplicio eterno una vez dejado este mundo. En esos y otros casos Azrael puede inspirar en el sujeto en crisis la idea o las ideas pertinentes para una comprensión adecuada de la muerte, como también puede insuflar una profunda confianza en que el Creador no abandona a sus hijos en las crueles y mecánicas redes de la causalidad aparente, o bien un intenso sentimiento de esperanza de salvación que permita, en quienes están estancados en la culpa, salir del remordimiento e iniciar el camino de la reformación.
Lo anterior muestra que el papel de Arcángel de la Transición es algo más amplio de lo que podría parecer, y esa amplitud abarca todavía otros aspectos. Así, toda crisis existencial puede, en tanto concebida como transición, ser potencial espacio para la ayuda de Azrael, pudiendo este arcángel colaborar en la liberación del dolor, de la ira acumulada, del sentimiento de soledad y de confusión, etc.
Según cierta concepción de la tradición ocultista, Azrael es un ángel de los Registros Akásicos, siendo estos unos registros etéricos (el éter es un fluido intangible que penetra todo en el universo) de todo lo que ha sucedido desde el inicio de los tiempos y por tanto de los karmas buenos y malos de cada individuo.
Otro planteamiento ocultista dice que Azrael es el Ángel del Espíritu, título éste que denota la capacidad de Azrael para ubicar nuestros cuerpos sutiles (el etérico, el astral, el causal, etc.) y el estado en que estos se encuentran, independientemente de la dimensión en que se encuentren.
Finalmente y debido al vínculo intrínseco entre la actividad mediúmnica y el mundo de los espíritus desencarnados, algunos han dicho que Azrael suele ofrecer consejo y asistencia a los médiums que trabajan de manera seria y correcta, sobre todo si tienen el firme propósito de ayudar a las almas en pena que padecen sufrimiento y confusión en el más allá.
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AZRAEL EN DISTINTAS TRADICIONES RELIGIOSAS
Judaísmo
En el misticismo judío comúnmente se lo refiere como “Azriel”, no como “Azrael”, y frecuentemente se lo ve como una personificación del mal, aunque no como la personificación del mal o el mal en sí. Sin embargo el Zohar (libro sagrado perteneciente a la tradición cabalística) retrata a Azriel como un ser bondadoso que comanda legiones angelicales y recibe las plegarias de los creyentes que han alcanzado el paraíso.
El experto Lodge Magan, en su libro Dragon’s Blood #2- Practical Necromancy, nos dice que: ‹‹En el judaísmo la visión del Ángel de la Muerte es similar. Él quita la vida con una gota de veneno, mientras está de pie junto a la cabeza de la persona agonizante, preparado para capturar el alma que deja el cuerpo a través de la boca. Azrael habita en el Tercer Cielo. Sí el pecador confesaba su falta, el ángel de la muerte no lo podía tocar, porque entonces uno es protegido por Dios. En la literatura judía, Azrael es un espíritu, asumiendo una forma que es influenciada por las creencias de las personas, sus actos y su fe: para el hombre honesto y correcto, él aparece en la hora de la muerte como un bello arcángel, para los pecadores, en una forma horrenda y macabra. En su visión, uno puede morir de miedo.››
Cristianismo
En el paleocristianismo (cristianismo primitivo) se confundía a Azrael con Azra, descendiente de los sacerdotes de la tribu de Aarón y escriba durante el periodo del segundo Templo de Jerusalén.
Otra creencia planteaba que Azrael era el profeta Esdras, profeta que vaticinó la venida de Cristo y que subió al cielo sin haber pasado por la muerte física, razón esta en virtud de la cual se llegó a especular que él era Azrael.
Por su parte, el hereje Marción habló de Azrael como el Ángel de La Ley (la ley de Moisés), basándose en parte en la asociación entre el periodo teológico de La Ley con el sacrificio —en ese entonces se ofrendaban animales a Dios, pero el último sacrificio fue Cristo, con quien se inauguró el periodo teológico de La Gracia, en el cual el hombre era librado de la muerte por el poder redentor de El Salvador— y por lo tanto con la muerte.
Pese a todo lo dicho, Azrael no pertenece al cristianismo actual: ni al católico ni al protestante (evangelista, mormón, adventista, etc.), no al menos a nivel oficial o canónico. Por ello, si algún cristiano cree en Azrael, esa creencia es más una realidad de fe personal, extrabíblica y no-oficial.
Islam
El Corán dice que el Ángel de la Muerte toma el alma de cada persona en el momento de la muerte, sin embargo aclara que solo Alá (Dios) conoce cuándo morirá cada persona y a dónde será llevada su alma. Se cree que su poder es tan grande que, simbólicamente hablando, se necesitaban 70,000 cadenas para contenerlo, teniendo cada una la longitud de un viaje de miles de años. Según la tradición, cuando alguien muere Allah lee el nombre del fallecido y Azrael tiene 40 días para cumplir con su rol de separar el alma del cuerpo. Pero su llegada puede variar. Cuentan las leyendas que ésta viene cargada de paz y olores paradisíacos cuando un hombre es justo, pero que está acompañada de demonios torturadores (que atormentan al moribundo en el proceso de tránsito) cuando un hombre es malvado.  Según cierta leyenda, Azrael está continuamente escribiendo los nombres de las personas que nacen y borrando los de las personas que mueren. Para la teología islámica, Azrael (nombrado como “Azrail, Azaril, Azariel o Izrail”) será el último ser en morir (muerte previa al Juicio Final).
Algunos relatos de la tradición islámica refieren encuentros entre el Ángel de la Muerte y los profetas. Un ejemplo impactante de eso es la historia (símbólica en gran medida) de Moisés, quien también es venerado en el Islam. Así, dicen que Azrael había ido a tomar el alma de Moisés pero éste se negaba a morir. “Aquí tienes un siervo que se niega a morir”, le dijo Azrael a Dios y después, forcejeando con Moisés, éste le dio un palmazo que le sacó uno de sus millones de ojos: el ojo que representaba que Moisés estaba en la lista de los que probarían la muerte…
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LA HISTORIA DE AZRAEL
Esta conocida historia tiene su origen en la tradición islámica aunque posteriormente fue recibiendo elementos de otras tradiciones, llegando finalmente a ser una expresión del sincretismo propio del esoterismo contemporáneo. La historia es como sigue:
Poco tiempo después de su creación, a Azrael le fue asignado el estudio de algo que hasta el momento no se comprendía muy bien en el Cielo: la disposición de las almas humanas tras la muerte.
En efecto, se conocía que algunas almas habían llegado al Cielo (temporal en esta teoría de reencarnación) como consecuencia de méritos adquiridos en la mecánica de la reencarnación y el olvido (al volver a nacer), pero no se sabía a dónde iban las otras almas y qué pasaba exactamente con las almas tras la muerte. Fue ante esa situación que Azrael se ofreció a rastrear las almas de los humanos, algo que hasta ese momento ningún ángel había hecho bien, siendo él el primero en conseguirlo.
Sin embargo lo que halló fue indignante: muchos humanos, particularmente los de peor naturaleza, estaban siendo torturados en el llamado “reino inferior”. Y es que, en sus inicios, tal reino era un lugar de oscuridad, aislamiento, soledad, vacío y ausencia de Dios, pero no era un lugar de torturas, y los demonios lo habían convertido, sin autorización de Dios, en un espacio de suplicio y perversa mortificación. Ya no era más el Sheol: era el Infierno.
Cuando Azrael dio las noticias en el Cielo, la indignación general se encendió, pues, además de infligir torturas, los demonios a veces ozaban destruir a ciertas almas, tomándose así una potestad que ni él mismo Dios había ejercido pese a ser el único con derecho moral para hacerlo. Pero también, según informó Azrael, los demonios estaban reteniendo almas que no habían cometido faltas suficientes para ser llevadas al “reino inferior”; y, finalmente, aquellos crueles ángeles caídos procuraban retener eternamente a las almas que no destruían, cometiendo con ello la injusticia de pretender dar un castigo eterno e infinito a quienes tenían una culpa finita.
Como contramedida a tanta injusticia y compensación a su labor, Azrael ascendió al rango de Arcángel, comprometiéndose en dicho ascenso con la labor de asegurarse de que ninguna alma se dirigiera equivocadamente a un lugar que no fuera el Cielo. Él y su hueste de ángeles seguidores ayudarían a los espíritus de los muertos a librarse de sus cadenas, rescatarían almas salvables de los dominios de Satán, e impedirían a los ángeles caídos tomar cualquier alma que no les perteneciese.
Fue así que el Arcángel de la Muerte y sus ángeles comenzaron sus misiones de reconocimiento en busca de almas por salvar en el Infierno. Pero ayudar a los muertos no era suficiente, por lo que Azrael les dijo a sus ángeles que debían ayudar a los humanos vivos a prepararse para la muerte, a comprenderla, aceptarla y no temerla si sus actos eran buenos.
Pasado el tiempo, entre los seres de luz llegó a pensarse que Azrael y su coro rechazaban hasta cierto punto el Cielo. Finalmente Azrael expresó su decisión de autoexiliarse junto a su coro, no porque él y sus ángeles no amaran la compañía celestial, sino porque su compasión por los humanos era tan grande que preferían servir a Dios en la oscuridad con tal de evitar que las almas sufriesen un destino injusto al morir. Se convirtieron entonces en abnegados ángeles, en seres que iluminaban los lúgubres territorios de la muerte con la blancura impoluta de su ardiente bondad.
Las siguientes serían sus misiones principales: 1) buscar y separar fantasmas y demonios de sus lazos corpóreos y etéricos, 2) cazar y destruir a las almas que no tienen salvación y pertenecen a los demonios, 3) guiar a su destino a los humanos que mueren, contribuyendo a que se les de una segunda oportunidad (en la rueda de reencarnaciones) si es preciso, 4) luchar contra los demonios que promueven la muerte, 5) rescatar almas salvables del infierno
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CONTACTANDO CON EL ARCÁNGEL DE LA MUERTE

Arriba vemos una versión moderna, simbólica y estilizada del sello o sigilo de Azrael. Su presencia no es necesaria para el desarrollo del ritual que después presentaremos, de modo que se lo ha puesto únicamente para satisfacer la curiosidad intelectual.
Muchos ocultistas hablan de la invocación a Azrael concibiéndolo no como un ser real sino como un ser simbólico, como una personificación de la muerte dotada de un gran poder a la hora de canalizar las energías psíquicas y espirituales del mago en relación al fin de contactar con el poder espiritual inherente a las fuerzas propias de los dominios de la muerte, concebida como algo que, si bien en sí mismo no tiene vida, se manifiesta como presencia viva y dinámica en la experiencia espiritual del hombre. Por eso, antes de presentar un ritual de invocación a Azrael, Lodge Magan nos aclara que: ‹‹Un trabajo de muerte puede servir para algunos propósitos: uno puede intentar una invocación a la muerte como un rito de entropía y destrucción o una maldición lanzada a una victima elegida o uno puede invocar a las formas del dios de la muerte para el bien del conocimiento y comprensión del morir. En el segundo caso, uno invoca a símbolos y conceptos asociados con la muerte con el fin de facilitar el proceso de morir y para transformar el miedo y ansiedad, que es usualmente relacionado con ésta, en la fuerza de vida creativa.››
Veamos ahora el ritual que Lodge Magan nos propone:
-Procure que sea de noche.
-Tome un baño (preferiblemente en agua fría) antes del ritual.
-Consiga una pequeña (no tanto) campana.
-Póngase una túnica negra.
-Comience por preparar una vela negra y una vela roja.
-Si puede, queme incienso, el de mirra es una buena opción.
-Abra el ritual encendiendo la vela negra y haciendo sonar una campana.
-Recite lo siguiente:
Lepaca Kliffoth!
¡Azrael! ¡Azrail! ¡Ashriel! ¡Azaril! ¡Azriel! ¡Izrail!
Escúchame ¡mensajero divino!
¡Sombras y fantasmas! ¡Levántense de las fosas del cementerio y vengan a mi llamado!
¡Tú, quien separas el alma del cuerpo y trae el sabor del veneno mortal!
¡Ven del abismo de Oscuridad!
¡Ángel de la Muerte!
¡Espíritu de muchos rostros y miles de alas!
¡Guía de las almas muertas!
¡Tú, quien llevas a los mortales al Otro Lado!
¡Quien se aproxima con los espectros y criaturas de la noche!
¡Escucha mi llamado!
Enciende en mí la llama negra de la muerte, ¡la esencia del Dragón Negro!
¡Llévame al borde de la muerte y la vida, para que pueda probarla y sumergirme en su éxtasis!
¡Muéstrame la Muerte para que pueda conocer la Vida!
¡Arranca el velo negro de la ignorancia la cual cubre mis ojos!
-Concéntrese y visualice que entra al lugar un ángel vestido de negro, con veinte alas y una espada.
-Imagine con gran viveza que el ángel corta cada parte de su cuerpo con la espada, procurando sentir que le libera de las ataduras corporales y mundanas con cada parte que le corta.
-Prosiga en la visión anterior por el tiempo que sea necesario hasta que sienta un gran vacío interno y un sentimiento de aislamiento y soledad.
-Recite lo siguiente:
El fuego oscuro del Dragón Negro esta ardiendo ahora dentro de mi!
Yo soy la sombra el fantasma, listo para dejar la existencia terrenal!
Espíritus de la Oscuridad, ¡conviértanse en mis compañeros en mi viaje al reino de los muertos!
¡Ángel de la Muerte! – ¡llévame al Otro Lado!
-Acuéstese boca arriba con los brazos cruzados sobre el pecho, en la posición que tendría si estuviese en un ataúd.
-Sienta que su cuerpo astral se vuelve cada vez más ligero y Azrael lo eleva, llevándolo al otro mundo.
-Viaje a su pasado más remoto, de ésta vida y, si puede, de vidas anteriores.
-Recuerde todo lo que le ha ocasionado sus mayores miedos, deseos, debilidades y fortalezas.
-Procure sentir y percibir como todo aquello que alguna vez trajo cosas negativas y debilitantes, se constituye ahora en fuente de fuerza y determinación.
-Una y solo una vez que haya logrado lo anterior, vuelva a su estado de conciencia normal y levántese.
-Quítese la ropa como símbolo de que ha removido su pasado.
-Apague la vela negra y encienda la vela roja, símbolo de esa vida nueva y de esa fuerza que está naciendo y levantándose en usted, ardiendo con la “llama dadora de vida” y otorgándole ese sentido de totalidad y poder interior.
-Recite las siguientes palabras finales:
Despierto del sueño mortal y comienzo una nueva vida,
¡Con el fuego del Gran Dragón Rojo!
¡Qué así sea!
¡Ho Drakon Ho Megas!
-Medite por un rato en el sentimiento de poder que fue despertado en su interior, después finalice el ritual.

domingo, 13 de enero de 2013



Corría el año 1908 en la ciudad de Puebla, y los llamados “montepíos” (casas de empeño) abundaban y proliferaban bajo el ala indiferente y corrupta —las autoridades se llevaban parte de las ganancias de los montepíos— del gobierno de Porfirio Díaz.
No era un hecho sorprendente, teniendo en cuenta que, si bien el Porfiriato representó una época de crecimiento económico, en la práctica ese crecimiento económico se veía ensombrecido por la injusticia social inherente a la enorme polarización (los pobres se empobrecían, los ricos se enriquecían, la clase media se estancaba) de las diversas clases sociales, cosa que a la larga habría de estallar en la subversión de la revolución.
Era en ese ambiente de injusticia que los usureros explotaban a sus clientes, tomando todo lo que podían de ellos cual egoístas sanguijuelas. Ropa, muebles, relicarios, vajillas de plata, joyas, incluso los juguetes de los inocentes niños: nada excluían sus manos codiciosas. Pero, entre esos usureros con mucho dinero y poca nobleza, destacaba uno al que casi todo el pueblo detestaba: el señor Villa, conocido como “Horta” entre los habitantes de la ciudad.
Horta era un tipo amargado, codicioso, avaro, materialista, extremadamente egoísta, un tipo que nunca tuvo piedad de sus clientes más desesperados o de los mendigos sedientos que le imploraban centavos con los labios resecos y la mirada carcomida por el sufrimiento. Era calvo, bajo de estatura, rechoncho como un cerdo, con las extremidades y el cuerpo repleto de abundante vello.
De actitud ostentosa, Horta adoraba llevar las manos repletas de gruesos anillos engarzados de piedras preciosas. La gente lo aborrecía tanto que a veces lo maldecían al pasar por su negocio; mas, como eran tan evidentes sus manos, la maldición que estaba de moda era un: “¡Qué Dios te seque la mano!”.
Pasaron así los días y en la memoria popular quedó grabada la imagen de Horta, sentado en su casa de cambio de la calle Merino, contando y apilando monedas de oro junto a la Gangosa, que era como le decían (por antipatía) a su mujer. Toda su vida fue un maldito avaro, pero un día la muerte llegó; y, al parecer, Dios le secó la mano… O al menos eso se quiso hacer creer, para darle un castigo aunque sea después de muerto.
Fue así que, según se cuenta, en el diario El Duende salió publicada una noticia sobre la “Mano Negra”. Se trataba de la mano de Horta, a la cual se había visto trepar por los muros del cementerio de San Francisco. La creencia de que la mano era de Horta se originó en una entrevista con un sepulturero que dijo haber visto a la mano, y que no era una mano cualquiera sino una mano grande, llena de vellos negros, y de anillos engarzados con gemas…
El asunto es que el suceso comenzó a repetirse y cada noche, a eso de las once, una mano negra (de lejos no se veían las joyas, solo la negra silueta) trepaba por los gruesos muros del camposanto. No era una cosa de este mundo: era una mano espectral, que ascendía sin caerse como propulsada por una oscura magia, que se movía tétricamente como una cruel tarántula, ansiosa por envolver en las redes del miedo o de la muerte al espantado testigo o a la incauta víctima que, sin verle, no advierta su sigiloso desplazamiento por la tierra o los muros. Y es que, en un instante letal, la Mano Peluda saltaría sobre la presa o ascendería por su ropa hasta llegar a su cara, donde con sus gruesos dedos le arrancaría los ojos para finalmente descender al cuello, estrangularlo, dejar el cadáver allí y volver —con teletransportación o algún otro método fantasmal— a su tumba, donde se reuniría con los demás despojos mortuorios.
Según la leyenda, la Mano Peluda siguió viéndose durante un tiempo hasta que finalmente desapareció (hoy nadie en Puebla dirá que la Mano Peluda sigue apareciendo…).
Aclaración sobre la Leyenda: La leyenda que acabáis de leer es la versión de la Mano Peluda que se originó en el Porfiriato, muy poco antes de la Revolución Mexicana. En varios países latinoamericanos la gente ha escuchado hablar de la Mano Peluda. Las versiones de la leyenda son muchas; pero, en México, es tan conocida que ella y un famoso programa radiofónico  (en que se cuentan historias de terror) comporten el mismo nombre.
La Mano Peluda también se conoce como “Mano Pachona”, “Mano del Diablo” o  “Mano Negra”. Las teorías sobre su origen son diversas: es la mano cercenada de una bruja, la mano de un joven que se masturbaba  excesivamente (recuérdese el mito popular de que le crecen pelos en la mano a quien se masturba mucho), la mano de un obrero cortada en un accidente, la mano del mismo Diablo en busca de víctimas, etc…
En cuanto a la supervivencia de la leyenda, quizá la razón principal esté en la utilidad que tiene para asustar a los ingenuos niños pequeños cuando se portan mal. “Te va a llevar la Mano Peluda”, “te va a jalar el pie mientras duermes”, “te va a coger la cara y a arrancarte los ojos si no te comportas”: esas y otras declaraciones similares suelen expresársele a los pequeños, y hasta es posible que, más de un padre o de una madre, haya intentado dar confiabilidad a la historia empleando una escoba con un guante por la noche…
Los lugares en que la Mano Peluda aparece son muchos: debajo de la cama y de los muebles, o en el inodoro, esperando a que la víctima haga sus necesidades para salir y darle un buen susto… Si se trata de la versión en que es la mano que un obrero perdió en un accidente y ahora busca venganza, la Mano Peluda puede aparecer en fábricas, en vías de tren abandonadas o, por qué no, en una de esas siniestras obras de construcción abandonadas… Por último y si pensamos que es la mano del Diablo, podría aparecer escalando algún muro, trepando como una maléfica y enorme tarántula en busca de alguien que merezca saborear un anticipo del Infierno y sus tormento

jueves, 10 de enero de 2013



11 de diciembre  2012

Tengo que escribir esto. Me desperté en pánico esta mañana temprano. Un sueño, que era sólo un sueño. Pero parecía tan real. La tierra temblando, un fuerte estruendo. Todo está borroso en mi mente ahora. Me senté en mi cama. Mi alarma no mostró nada. Me levanté y traté de encender las luces. Nada. Un apagón supuse. Tomé mi celular de mi tocador. Se demostró 3:33. Fui al baño a beber un vaso de agua. Mi cara estaba cubierta de sudor, y no me había dado cuenta hasta entonces. Bebí el agua, volvi a la cama y me quedé dormida casi de inmediato.
Ya era brillante a fuera cuando me desperté. Miré mi reloj despertador. Fue intermitente. Me olvidé por completo con el apagón de anoche mi alarma no sonará esta mañana. Rápidamente me levanté y miré a mi teléfono celular para la época. Eran las 10:28. Se suponía que debía estar en el trabajo a las ocho! Rápidamente me agarró un poco de ropa y corró a la cocina. Encendí la televisión, ya que estaba en busca de comida. He insertado el pan en la tostadora y la televisión me llamó la atención. Las noticias hablaban de un terremoto en Islandia de 8,7 en la escala de Richter, se sintió hasta aquí en Montreal cerca de las tres y media de la mañana. ¿Es que quien me despertó? Tal vez por eso mi sueño parecía tan real. Tal vez no era un sueño después de todo. Pero ese rugido, ¿qué era?
El tostador de expulsar mi tostada me despertó de mi ensoñación. Agarré el brindis como me di cuenta de una luz que parpadea en el contestador automático. Me escuchó en silencio a mi jefe me dijo que era la última vez que llegué tarde porque me despidieron. Yo ni siquiera reaccionar, todavía conmocionado por la noticia de la mañana y mi sueño inquietante. Yo no tenía hambre. Cogí mi abrigo y sali. Era una fría mañana de diciembre en Montreal, y me estremecí cuando estaba bajando las escaleras de mi apartamento. Ya se sentía como en invierno.Fue un día sin nubes y la nieve me cegó. Caminé durante un rato, pensando en lo que me enteré esta mañana. Yo no estaba preocupado incluso de mi trabajo. La única cosa en mi mente estaba en el terremoto. Supuse que era sólo una coincidencia y regresé a mi apartamento. El resto del día transcurrió normalmente, me quedé sentado en mi sala de estar, viendo la televisión todo el día.

12 de diciembre  2012

Una vez más me despertó brutalmente durante la noche. Yo estaba teniendo una pesadilla una vez más. Alguien hablaba en mi mente. "Él se despertó. Él va a destruir todo. You must ... "¿Qué significa todo esto? Debo qué? Me dije a mí misma que todo era un sueño y me volví a dormir.
Mi despertador me despertó a las siete de la época. Abrí la televisión una vez más como yo estaba comiendo. Las noticias estaban hablando una vez más de la situación en Islandia. Estaban hablando de un grupo de espeleólogos desaparecidos tras el terremoto de ayer. Un equipo de rescate fue enviado, pero sólo uno de ellos regresó. Las autoridades trataron de hacer lo que le pasó, pero él sólo repetía "Él nos matará a todos, ninguno de nosotros va a sobrevivir." Me hizo pensar en mi pesadilla. "Él va a destruir todo." Era mi sueño de alguna manera relacionada con lo que estaba sucediendo en Islandia? De hecho, lo que realmente estaba ocurriendo allí? El siguiente fue un reportaje sobre el "fin del mundo." Ha sido un largo tiempo todo el mundo dejó de preocuparse por el apocalipsis maya en diciembre la 21 st 2012. Sólo unas pocas personas extrañas todavía creía en él. Y había todavía no pasa nada. Yo apenas si escuchaba a ella y empecé a preguntarme qué haría yo sin trabajo. Tenía que encontrar otro, y rápido. El teléfono me sobresaltó y casi me caigo de mi silla. Le respondí sólo para escuchar estática en el otro extremo. 
- Hola 
Todavía estática. Estaba a punto de colgar cuando me enteré de algo. 
-Él vendrá ... 
¿Qué? ¿Quién eres tú? 
Pero sólo había un ruido blanco en el otro extremo. La otra persona ya había colgado. ¿Qué ha sido eso? Toda esta historia estaba empezando a asustarme. Mis sueños, lo que estaba sucediendo en Islandia, esta llamada telefónica, ¿qué estaba pasando? Mientras escribo esto yo todavía no sé lo que está pasando. Me acaba de ir a dormir y tratar de resolver esto a cabo mañana.

14 de diciembre 2012

Tuve una pesadilla una vez más. Yo no escribí nada la noche anterior porque estaba demasiado conmocionado.¿Cómo se explica esto? Islandia hundido. Sé que sólo parece una locura. Otro terremoto de 10.7 en la escala de Richter sacudió Islandia ayer cerca del mediodía y completamente hundido la isla bajo el mar. Nadie entiende cómo un terremoto tan poderoso que jamás hubiera ocurrido. Y lo más extraño de todo lo que está ocurriendo es el último mensaje que el mundo tiene de Islandia. Es un pequeño clip de audio en la que apenas se oye nada por estática, la cual fue enviada minutos antes del terremoto. Simplemente dice: "Él ruge en la noche, vendrá para todos ustedes."
Como he dicho, tuve otra pesadilla anoche. Voces en mi cabeza, una vez más. "Él ya ha comenzado, mira lo que hizo. Él no descansará hasta que se hayan destruido todo. Usted debe advertir a todos, o él destruirá a todos ... "Pero es sólo un sueño. O lo es? No sé qué pensar. Estos sueños parecen tan reales. Y sólo se adhieren tanto a lo que estaba sucediendo en Islandia. Un terremoto también sacudió la isla australiana todo esta mañana. Empecé a pensar en esa cosa apocalipsis maya. ¿Qué pasa si lo que estaba ocurriendo en este momento? Voy paranoico.Tengo que dormir.

15 de diciembre  2012

¿Qué me está pasando? ¿Me estoy volviendo loco? Me desperté a las cuatro de la mañana, yo estaba de pie en el pasillo, y mis dedos sangraban. Tardé unos segundos en darse cuenta de dónde estaba. Debo haber estado sonámbulo. Entonces vi mi pared. Lo había arañado con mis dedos, lo que explicaba por qué estaban sangrando.Estaba escrito: "Él es cada vez más poderoso, pronto Él será capaz de hundir continentes ..." ¿Qué significa eso?¿Cómo escribo esto en mi sueño? No pude volver a dormir después de esto. Estaba acostado en mi cama, pensando en todo esto. De repente sentí que el suelo temblaba. Un terremoto? Ya eran las seis de la mañana. Me levanté y abrí la televisión para saber lo que estaba sucediendo. Yo no podía creer lo que veía. Australia sufrió la misma suerte que Islandia. Un terremoto de 11,2 hundido toda la isla y provocó un tsunami suficientemente grande como para destruir Nueva Zelanda y todas las islas de los alrededores. Una vez más, un último mensaje fue recibido de Australia minutos antes del terremoto. "Su rugido es horrible, no puedes detenerlo". ¿En qué estaban hablando? Un rugido? El último mensaje de Islandia habló de un rugido también. Y el espeleólogo también. Y ese sueño que hice hace unos días. Oí un rugido en ella! ¿Qué está pasando? Es "algo" que causa los terremotos?¿Eso es lo que mis sueños están hablando? No sé qué pensar.

17 de diciembre  , 2012

La situación empeoró. Los terremotos comenzó a ocurrir en América del Sur ayer. Todo el mundo temía lo peor, y sucedió. Todos los de América del Sur que incluye una pequeña parte de México se hundió y el tsunami que siguió destruyó el Caribe, la costa sur del Reino Unido-Estados como Florida y Luisiana, y lo que quedaba de las pequeñas islas del Pacífico que no fueron eliminados en el mismo tiempo que Australia. Una vez más, los informes de los "rugidos" vinieron de casi todos los países de América del Sur, minutos antes del último terremoto.Todo el mundo está entrando en pánico ahora. Iglesias llama a todos a la redención, el sistema de iluminación que estaban hablando del apocalipsis de diciembre el 21 º están empezando a tomarse en serio. Esto no es natural.Algo horrible está detrás de todo esto. Yo lo sé. Y algo está tratando de decirme en mis sueños. ¿Qué es lo que quieren de mí?

19 de diciembre  , 2012

Todo es tan claro ahora. Los mayas sabían. Tuve otro sueño anoche. Ellos me lo explicó. Yo no sé quién es "Ellos", pero me dijo lo que estaba pasando. Algo se está haciendo todo esto. Se ahogó ayer África, y que destruyó Europa y Asia a la vez esta mañana. Siempre lo mismo, los terremotos, para empezar, seguido de rugidos horribles escucha en todas partes y un gigantesco terremoto final que destruye todo. Es claramente más fuerte. América del Norte es el único pedazo de tierra sobre el nivel del mar ahora. Todo lo que tienes salvaje aquí.Nada está bajo control más. Creo que soy el único que sabe lo que está sucediendo. ¿Por qué me elegiste? No sé, pero tengo que hacer algo.

20 de diciembre , 2012

Esto claramente va a ser la última vez que escribo en este diario. Estamos todos condenados. Voy a explicar lo que pasó. 
Casi no durmió anoche. Y en ese corto período de tiempo, tuve un sueño pasado. Me lo contó todo. Se despierta cada pocos millones de años, y lo destruye todo. Se hunde continentes. En realidad se despertó unos pocos miles de años atrás. Eso es lo que le pasó a la Atlántida. Pero alguien encontró una manera de detenerlo. Bueno, sólo encontró una manera de posponer, para entregarle a dormir por unos pocos otros mil años. Ellos le congeló en los hielos de Islandia. Y dijeron los mayas al respecto. Por eso se hizo el calendario que finaliza el 21 º de diciembre.Sabían que cuando se despertaba. Ellos trataron de advertirnos. Pero nos dieron una última oportunidad. Yo soy esa última oportunidad. Entonces me di cuenta de que vivía bajo tierra. Eso explicaría cómo se hunde continente, sacudiendo de debajo, el colapso de los cimientos. Y eso explicaría lo que el espeleólogo de Islandia estaba diciendo. Probablemente lo encontrado al intentar rescatar a los otros. Oí hablar de una cueva muy grande en el norte de Montreal, se dice que ir muy profundo bajo tierra. Estoy en la entrada de esta cueva. Yo entraré yo no sé lo que voy a hacer o lo que voy a encontrar, pero tengo que intentar algo. Los terremotos comenzó esta mañana.Estamos al lado. Se exceptúan si puedo detenerlo.

El psiquiatra de terminar de leer el diario pequeño. Su último paciente le estaba estresando. Fue llevado a él hace dos semanas, en la última semana de noviembre. Se había encerrado en su apartamento hasta que su familia decidió finalmente llamar a la policía para forzar la puerta. Su apartamento era un desastre y lo encontraron en posición fetal en un rincón de la sala de estar, una revista junto a él. La misma revista el doctor acaba de leer. Se le diagnosticó esquizofrenia. Oía voces en su cabeza. Una vez más hoy en día que intentó forzar la puerta de la celda gritando el que vendría por ellos, y que tenía que detenerlo. El médico temía que nada se podía hacer por él.Hoy en día se trajo el diario de su paciente a casa pensando en lo leyó, pero se quedó dormido antes. Se despertó en medio de la noche, víctima de las pesadillas, y decidí leer la revista. A pesar de que la revista le dejó intranquilo, confirmó su diagnóstico. El paciente escribió acerca de "eventos futuros", que estaba escuchando cosas que él pensaba que eran reales, llevándolo a la locura. El doctor miró su reloj despertador. Se demostró 3:33. Recordó lo que acababa de leer y me pregunté qué fecha se encontraban. Se le ocurrió que el suelo comenzó a temblar. Era 11 de diciembre  , 2012.

La historia en ingles  http://creepypasta.wikia.com/wiki/Earthquakes