martes, 20 de enero de 2015



Lo llaman Amaru, serpiente en quechua. A pesar de su apariencia monstruosa es una divinidad muy poderosa en la mitología inca.
Amaru
La noción de Amaru o de Katari asociado a las aguas ha tenido mutaciones y, en cuanto a "serpiente voladora" también simboliza a las exalaciones o rayos que caen del cielo (considerados muchas veces como fertilizadores de la tierra), de hecho el nombre quechua Túpac Amaru significa "Serpiente Ignea", "Serpiente de Fuego" con el sentido de rayo.
Su fiesta, se realiza en el mes de agosto, cuando se produce la limpieza de los canales de irrigación; siendo el jefe de familia quién oficia de celebrante. Los cultos de Amaru, Mallku y Pachamama son la formas más antiguas de celebración que los aimaras aún realizan en la actualidad.
La apariencia de esta criatura es una combinación de animales como una serpiente, tiene alas de ave, y el cuello y la cabeza de llama.
En algunas versiones se dice que lleva cuernos de venado y sus ojos son cristalinos, también tienen el hocico rojizo y algunos tienen escamas en su cuerpo.
Las garras son muy afiladas y su cola es similar a la de un pez. su tamaño según las crónicas e historias era descomunal, eran muy gigantescos y feroces.
Este monstruo es uno de los mas antiguos y mejor documentados. y se le han escrito muchas historias y diferentes versiones.
Sus antecedentes se remontan en diferentes culturas y momentos históricos, desde la época pre-inca, la conquista, el virreinato, e inclusive hasta hoy.
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El habitat de esta bestia son los lagos y las cuevas de las montañas andinas. Y como un ser sagrado simboliza el agua como fuente de vida.
Se dice que el Amaru es representado por los canales del agua y de los ríos. El Amaru tiene la capacidad de producir las lluvias, por lo cual es positivo para los pueblos andinos, dado a que evita las sequías y mejora los cultivos.
Produce ríos y mejora la calidad de vida de los pueblos. Pero por ser una criatura, muchas veces se vuelve incontrolable y cuando se enoja vomita granizo y resopla los vientos, provocando destrozos en los poblados y en la cual termina matando a los cultivos.
Los antiguos creían que era el dios Wiracocha el que encomendaba esa misión a sus hijos, los dioses Illapa que es el dios del rayo, y el dios Wayra del viento.
En Cusco, dentro de la cosmovision andina, el Amaru representa el comunicador del cielo y la tierra, primero como "Illapa" Rayo que va a la tierra luego como serpiente, agua, etc. Del Hanan Pacha (Mundo Celestial), pasa por el Kay Pacha (Mundo actual), al Ukhu pacha (Mundo Interno o madre Tierra). Siendo una Deidad mas mental tal como lo tenían los Chinos, Mayas-Aztecas. Su representación fue como una serpiente alada, pasando de un mundo a otro como gran comunicador de los dioses incas.

Historia sobre El Amaru 

Hubo una gran sequía, perecieron las plantas y desaparecieron hasta los líquenes y musgos bajo el sol implacable. La tierra se cuarteaba polvorienta, sin árboles que dieran sombra. La flor de qantu, la que florece en la aridez, sintió marchitase los pétalos. El capullo que quedaba intacto reacio a morir, fue transformando sus pétalos en alas y agitándose se desprendió de la planta calcinada convertido en colibrí. Se dirigió a la cordillera y llegó hasta la laguna de Wacracocha. Sin atreverse a beber ni sobrevolar sus aguas, las contempló y voló hacia la cumbre del Waitapallana. Se posó exhausto en la cima helada por el viento; con su último aliento suplicó ternura y piedad al padre Waitapallana, salvación para la sequía. Murió el colibrí. Waitapallana se sintió acongojado por la tierra estéril y devastada, sentía el aroma de la flor de qantu que solía engalanar su atuendo y su fiesta. Tanto fue su dolor, que dos lágrimas de dura roca resbalaron hasta la superficie de Wacracocha y las aguas se abrieron haciendo retumbar al mundo. El estruendo y las lágrimas de Waitapallana llegaron al fondo del lago despertando al Amarú que dormita enroscado a lo largo de la cordillera con la cabeza justo en el lecho del lago. Se desperezaba, la tierra se movía con violencia; la laguna, agitada, dejó ver entre la espuma la cabeza del Amarú: serpiente alada con cabeza de llama y cola de pez, de ojos cristalinos y hocico rojizo. El Amarú se elevó en el aire eclipsando el sol de ojos flameantes que estallan en ira. Diez mil guerreros con corazas y espuelas se lanzan a combatirlo. La lucha es feroz... del hocico del Amarú surge la niebla que va a parar a los cerros, del movimiento de sus alas se cae la lluvia en torrentes, de su cola de pez se desprende el granizo y de los reflejos dorados de las bellas escamas nace el arcoiris. Así renace la vida cuando ya parecía extinguida, reverdece la tierra y se llenan de agua clara los puquiales. Los indios Quechuas creían que todo estaba escrito en las escamas del Amarú, las vidas, las cosas, las historias, las realidades y los sueños.


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