Una nave tropieza con una terrible tormenta, pero su capitán,
enloquecido y sordo a las súplicas, rehúsa buscar refugio. Como castigo,
es condenado a recorrer los mares durante toda la eternidad. ¿Cuál es
el origen de la famosa leyenda del Holandés Errante?
Grabado que reproduce una de las primeras representaciones de la ópera de Wagner "El buque fantasma"
La
historia del Holandés Errante es una de las más famosas y quizá de las
más antiguas leyendas del mar, ya que circula desde hace, por lo menos,
500 años. Pero posiblemente su origen se remonte a tiempos muy
anteriores al nacimiento de Cristo. Esencialmente, la historia es la
siguiente: un maniático capitán holandés -por supuesto, el término
«Holandés Errante» se refiere al capitán y no a su barco- desafía la ira
de Dios y como resultado es condenado a navegar por los océanos
eternamente, provocando la muerte de todos cuantos ven su nave
espectral. Esta historia ha sido elaborada por muchos escritores, pero
constituye algo más que una ficción, una siniestra historia del mar para
asustar a crédulos marineros de agua dulce en tabernas portuarias. Este
barco fantasma ha sido avistado en numerosas ocasiones, las últimas en
pleno siglo XX
Muchas autoridades sostienen que la historia del
Holandés errante se originó a partir de un hecho real, aunque sobre este
punto no hay acuerdo. El problema se complica aún más porque existen
muchas versiones de la historia, en las que el capitán puede llamarse
Vanderdecken, Van Demien, Van Sraaten o Van alguna otra cosa.
La
versión más conocida de la historia del Holandés Errante habla de un tal
capitán Vanderdecken, cuya nave fue atrapada en una terrible tormenta
cuando doblaba el cabo de Buena Esperanza. Los pasajeros, aterrorizados,
rogaron a Vanderdecken que se refugiara en un puerto seguro o que, por
lo menos, arriara velas a intentara capear el temporal, pero el
enloquecido capitán se rió de sus súplicas y, atándose al timón, comenzó
a cantar canciones sacrílegas.
La tripulación también se alarmó
por la conducta de su capitán e intentó hacerse con el control de la
nave, pero el intento de motín fue sofocado cuando Vanderdecken arrojó a
su líder por la borda, mientras los aterrorizados pasajeros y la
tripulación se encomendaban a Dios. En respuesta a sus plegarias las
nubes se abrieron y una luz incandescente iluminó el castillo de proa,
revelando una figura gloriosa que según algunos, era el Espíritu Santo,
mientras otros dijeron que era Dios.
El explorador portugués Bartolomeu Dias en el viaje en el que descubrió el Cabo de Buena Esperanza, en 1487
La
figura se enfrentó con Vanderdecken y le dijo que, ya que disfrutaba
con los sufrimientos ajenos, de ahora en adelante sería condenado a
recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad, y
provocaría la muerte de todos aquellos que le vieran. Su único alimento
sería hierro al rojo vivo, su única bebida la hiel, y su única compañía
el grumete, a quien le crecerían cuernos en la cabeza y tendría las
fauces de un tigre y la piel de una lija (lo cual parece muy injusto
para el pobre grumete quien, hasta aquí, no había tenido ningún papel
independiente en la historia y, presumiblemente, sentía tanto temor ante
Vanderdecken como el resto de la tripulación). Sin embargo, con estas
palabras la visión desapareció, y con ella todos los pasajeros y
tripulantes. Vanderdecken y el grumete quedaron abandonados a su
destino.
Ésta es la versión clásica de la historia del Holandés
Errante. Puede ser que se base en hechos, pero no hay acuerdo acerca de
cuáles pudieron ser esos hechos. Una versión afirma que la historia
deriva de la saga escandinava de Stote, un vikingo que robó un anillo a
los dioses y cuyo esqueleto, cubierto con un manto de fuego, fue hallado
después sentado en el palo mayor de una nave negra y fantasmal.
Otros
creen que la historia es más reciente y sugieren que se originó en las
aventuras de Bartolomeu Dias (c. 1450-1500), navegante portugués que
descubrió el cabo de Buena Esperanza en 1488 y cuyas proezas marítimas
llegaron a parecer sobrehumanas, según la biografía que escribió sobre
él Luis de Camoes.
Una Partida De Dados Con El DiabloOtros
investigadores han desenterrado una dudosa historia acerca de los dos
barcos mercantes holandeses del siglo XVI cuyas tripulaciones avistaron
el fantasma de un bajel que se había perdido en el Pacífico; la historia
del Holandés Errante derivaría de esto. Otra teoría es que la historia
se basa en la leyenda de un alemán llamado Von Felkenberg, que se jugó
el alma a los dados con el Diablo y perdió. Una leyenda holandesa
similar habla del capitán Van Straaten y también se cuenta una historia
acerca de Bernard Fokke.
Fokke, capitán del Libera Nos, era
famoso por la rapidez con que realizaba sus travesías. Quienes
envidiaban su habilidad de navegante afirmaban que había establecido un
pacto con el diablo, algo que la extrema fealdad de Fokke y su mal
carácter ayudaban a creer. Un día se embarcó en un viaje del que no
retornó y se rumoreó que, finalmente, el Diablo había cobrado su
recompensa.
No es improbable que la leyenda del Holandés Errante
naciera como consecuencia de un hecho real, aunque, sin duda, éste habrá
sido algo más prosaico que la venta de un alma al Diablo. Existen
muchos casos de buques que fueron abandonados por error por su
tripulación, en la creencia de que estaban a punto de zozobrar, y luego
siguieron a flote durante días, semanas, meses a incluso años, siguiendo
los caprichos del viento y las mareas. El más famoso de esos barcos es
el Mary Celeste, pero no es el único. Quizá una de las historias más
notables sea la del clíper lanero Marlborough, que desapareció en 1890
mientras de Australia se dirigía a Inglaterra. Se dice que fue hallado
23 años después, frente a las costas de Chile. Aunque la historia del
Marlborough sea una exageración, resulta fácil imaginar su efecto en las
mentes de marinos supersticiosos en aguas poco conocidas, cuando vieron
al buque abandonado emerger súbitamente de la niebla.
Versión cinematográfica de esta leyenda con el título de "Pandora" (1951), interpretada por James Mason y Ava Gardner
La
historia del Holandés Errante ha inspirado muchas obras de ficción. El
poeta norteamericano Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) escribió
sobre este aspecto en The phantom ship (El buque fantasma), que figura
en su libro Birds of passage (Aves de paso). Edward Fitzball escribió un
melodrama llamado El Holandés Errante, y el francés August Jal la
versión más conocida de la historia en sus Scénes de la vie maritime
(Escenas de la vida marítima). El poeta lírico alemán Heinrich Heine
(1797-1856), inspirándose en el melodrama de Fitzball o en un cuento
anónimo titulado Vanderdecken's message home (El mensaje de
Vanderdecken) -que apareció en Blackwood's Edinburgh Magazine-, escribió
sobre el buque fantasma en sus Memoiren des Herrn von Schnabelwopski
(Memorias del señor Schnabelwopski). Esto, a su vez, fue indudablemente
lo que inspiró la ópera de Wagner El buque fantasma, en la que
Vanderdecken puede bajar a tierra una vez cada siete años, para
encontrar a una mujer cuyo amor pueda redimirlo. Otros escritores que
tocaron el tema fueron Frederick Marryat (El buque fantasma, 1839) y
Walter Scott (Rokeby, 1813).
Sin embargo, el Holandés Errante es
más que mera leyenda o ficción. A lo largo de los siglos mucha gente
afirmó haber visto el espectro de la nave. Uno de los informes más
antiguos apareció en 1702 en la Magnalia Christi Americana, historia
eclesiástica de Nueva Inglaterra que escribió Cotton Mather, autor
prolífico y célebre pastor puritano. Pero muchas de las observaciones
son difíciles -si no imposibles- de comprobar y, por lo tanto deben ser
descartadas como espejismos, alucinaciones o visiones debidas a un
exceso de alcohol. Pero existe un informe excepcional. En 1881 una
observación del barco del Holandés Errante fue comunicada por el
príncipe Jorge de Inglaterra -que después reinó como Jorge V- y por su
hermano mayor, el príncipe AIberto Víctor, duque de Clarence... el mismo
duque de Clarence que hoy figura entre los sospechosos de haber sido el
infame Jack el Destripador.
Ilustración de Gregory Robinson para el poema de Kipling "Seven seas" (Siete mares)
Se
ha dicho que el incidente aparecía en el libro de bitácora del
Baccante, pero no es así. En cambio, sí aparece en un relato del viaje
de los príncipes en ese buque, compilado por John H. Dalton a partir de
sus diarios personales, cartas y libros de notas. En el momento de la
observación los príncipes estaban a bordo de otro barco de la flota, el
Inconstant, ya que habían sido trasladados allí cuando el Baccante tuvo
problemas en el timón. El relato dice: 11 de junio de 1881. A las 4 de
la madrugada el «Holandés Errante» cruzó nuestro rumbo. Era una extraña
luz roja, como la de un buque fantasma, incandescente, y en el centro de
esa luz, los mástiles, palos y velas de un bergantín, a 200 m de
distancia, se destacaron con fuerte relieve cuando se acercó a nuestra
amura de babor. El vigía del castillo de proa informó que estaba cerca
de la amura, donde también lo vio claramente el oficial de guardia desde
el puente, como también el guardiamarina del alcázar, que fue enviado
inmediatamente al castillo de proa, pero al llegar allí no logró ver
vestigios ni señales de ningún barco material, ni cerca ni en el
horizonte, pese a que la noche era clara y el mar estaba en calma. En
total fue visto por trece personas, pero si se trataba del Van Demien
del «Holandés Errante», o qué, no lo sabremos.
El Tourmaline y el Cleopatra, que navegaba a estribor, hicieron señales para preguntar si habíamos visto la extraña luz roja.
A
las 10:45 el marinero que esta mañana había avistado al «Holandés
Errante» cayó desde las crucetas del mastelerillo de juanete y se hizo
trizas. A las 16:15 se efectuaron honras fúnebres y su cadáver fue
lanzado al mar. Era un valiente marinero real, y uno de los más
prometedores tripulantes del barco, y todos se sienten muy tristes por
su pérdida. En el siguiente puerto nos encontramos con el almirante, que
también se mostró muy disgustado. Alrededor de 13 personas en el
Inconstant, además de una cantidad no especificada de personas en el
Tourmaline y el Cleopatra, vieron el espectro, aunque si era el Holandés
Errante a otro espectro «no lo sabremos», tal como dijeron los
príncipes. Pero, tal como afirma la leyenda, la visión acarreó la muerte
de una persona.
Los Nazis TambiénUna
de las fuentes más inesperadas de un informe sobre el barco del
Holandés Errante es -según se dijo- Karl Dónitz, comandante en jefe de
la flota alemana, y efímero sucesor de Adolf Hitler. Se dice que vio la
nave espectral mientras se hallaba en una misión al este de Suez, y que
después afirmó que sus hombres preferían enfrentarse con toda la flota
aliada antes que vivir nuevamente el horror de ver el barco del Holandés
Errante.
El del Holandés no es, por cierto, el único espectro
marino. En 1949 se estimaba que había más de 100 casos «bien
comprobados» de naves fantasmas que frecuentaban la costa noreste de los
Estados Unidos.
El buque fantasma más famoso de los Estados
Unidos es, probablemente, el Palatine, que fue tema de un famoso poema
de John Greenleaf Whittier. Según la leyenda, en 1752 una tormenta
arrojó al Palatine contra las rocas de Block Island, cerca de Rhode
Island, y sus restos fueron incendiados por los pescadores; una pasajera
quedó atrapada y se quemó viva. Desde entonces, el espectro del barco
en llamas ha sido visto en innumerables ocasiones.
Es difícil
descartar las pruebas de que algo -se le llama «la luz del Palatine»-
ha sido visto con regularidad cerca de la costa. Pero una investigación
cuidadosa revela que ningún barco de esas características naufragó jamás
en Block Island. Sin embargo, también se descubrió que 14 años antes,
en 1738, el Princess Augusta, que llevaba 350 refugiados del Alto y el
Bajo Palatinado, en Alemania, sí naufragó en la costa norte de Block
Island en circunstancias similares a las que se atribuían al Palatine;
no cabe duda de que éste fue el origen de la leyenda. Sólo un elemento
del destino del Princess Augusta difiere de la leyenda del Palatine: el
Princess Augusta se hundió, y no fue incendiado. De modo que si el
espectro que se ve con tanta frecuencia cerca de allí es el espectro del
Princess Augusta, ¿por qué el buque fantasma aparece en llamas?
Otro
barco fantasma bastante conocido es el Goblin, negro y con velas de
cruz, del que se dice que es visto con frecuencia por los habitantes de
Porthcurno Cove, cerca de St. Leven, en Cornualles (Inglaterra). Este
espectro es característico porque se le ve dirigirse a la costa; después
de desliza sobre tierra firme, y finalmente desaparece.
¿Qué
son, entonces, esos buques fantasma, esos espectros del mar?. Se les
puede aplicar las mismas preguntas, especulaciones y teorías que se
refieren a los fantasmas en general. Pero el Holandés Errante se
distingue de las historias folklóricas y de fantasmas habituales: ha
sido visto muchas, muchísimas veces. Si el barco no existe, ¿qué fue
entonces lo que vieron los príncipes a bordo del Inconstant? Dado que la
aparición del Holandés Errante y de su barco parece predecir sólo
muertes o desastres, quizá lo más razonable sea no buscar la respuesta
con demasiado empeño.-
PIRATAS DEL CARIBE
Historia del Personaje Davy JonesRealHabitualmente,
en la tradición marinera (nórdica sobre todo), se han hecho referencias
a "Davy Jones" como "Davy Jones' Locker" ( "el armario o cajón de Davy
Jones" ) que era como se referían al abismo del fondo del mar, cuando un
marinero caía por la borda y desaparecía, o moría en el mar se solía
decir que había ido a parar al "armario de Davy Jones".
Así mismo, Davy Jones era un demonio mítico de los mares que controlaba al resto de demonios y al mar mismo.
En
la película encontramos varias referencias a la leyenda en este aspecto
como: "Yo soy El Mar" y también vemos como controla a su demonio: el
"Kraken (también de mitología escandinava)".
FicticiaDavy
Jones fue, antes de su transformación, un pirata como otro cualquiera,
cuyo dominio era el Océano Atlántico, pero se enamoró de una mujer tan
inestable y traicionera como el mar, la diosa del mar Calipso. Ella le
encomendó a Jones la tarea de recorrer los mares ayudando a aquellas
almas que morían en el mar a llegar al otro mundo por 10 años, luego de
los cuales podrían reunirse otra vez. Durante 10 años Davy Jones cumplió
fielmente este encargo pero cuando volvió a buscarla, diez años
después, ésta no acudió a su encuentro. Fue por esta traición que Jones
votó en la primera asamblea de la Hermandad de los Piratas para
enseñarles a los otros una forma de encerrar a Calipso en su forma
humana, conocida después como Tia Dalma. El dolor que sintió Jones por
esta traición fue demasiado como para seguir viviendo, pero no el
suficiente como para morir. Con sus propias manos se sacó el corazón del
pecho y lo encerró en un cofre que luego ocultó de la faz de la Tierra
junto con todas sus cartas para Calipso, para así jamás recordar ese
trágico amor ni volver a sentir algo parecido al amor o la compasión.
Hecho esto Jones renunció a la tarea encomendada por Calipso y debido a
ello se convirtió en el demonio de los mares, condenado a navegar
eternamente en el Holandés, que vemos en las últimas dos entregas de la
serie.
La
llave del cofre la custodiaba bajo los tentáculos que simulan su barba,
ya que aquel que obtenga el corazón podrá obligar a Davy Jones a seguir
sus ordenes y así controlar los océanos e incluso matarle, ya que es su
único punto vulnerable: si el corazón es dañado Jones morirá y aquel
que lo maté tomará su lugar como capitán del Holandés Errante.
Davy
Jones, como todo capitán de El Holandés Errante, no puede tocar tierra
más que una vez cada 10 años, en ese lapso de tiempo está obligado a
permanecer en en el mar.
El Holandés Errante en "Piratas del Caribe" El
Holandés Errante es el barco que Jones tiene bajo su temible mando.
Está basado en la leyenda anterior pero unido en suerte a Davy Jones
quién está condenado a vagar por los 7 mares por toda la eternidad,
pudiendo tocar puerto cada 10 años.
En la película, es un barco
que puede ir por sobre y por debajo del mar, lo que explica que este
cubierto de corales, algas podridas y diversos materiales de la misma
densidad y origen, junto con las velas que parecen hechas de piel,
dándole al navío un aspecto vivo.
El Holandés Errante tiene
cuarenta y ocho cañones en sus costados, pero en su frente tiene dos
cañones triples utilizados normalmente para persecuciones.
Posee
un martillo giratorio capaz de invocar a la más terrible bestia al
servicio de Davy Jones, el Kraken, una bestia proveniente de la
mitología nórdica, comúnmente vista como un calamar o langosta de tamaño
colosal capaz de llevarse cualquier navío o embarcación derecho al
fondo del océano.
La proa de la nave tiene la apariencia de unos
filosos colmillos y un esqueleto que sostiene en su mano derecha una hoz
como la de la muerte.
Dentro de la cabina del capitán se
encuentra un enorme órgano que Jones utiliza para tocar tristes y
aterradoras melodías. También cuenta con un calabozo que puede albergar a
muchos prisioneros.
El barco en sí, tiene una habilidad propia: cualquier juramento hecho en él obliga a cumplirlo, de manera ineludible.-