domingo, 30 de septiembre de 2012



 003 puerta plataforma Kalasaya musicos zamponas El misterio de las ruinas de Tiahuanaco
Este misterioso lugar llamado las ruinas de Tiahuanaco,  es un enorme conglomerado de reliquias  que ocupan una superficie más o menos  de 50 hectáreas y con una altura de aproximadamente 4.000 metros sobre el nivel del mar.
 La  ciudad de las nubes como se le llama,  se halla en la cordillera de los Andes, en cercanías del lago Titicaca,  en la frontera de Perú y Bolivia.
Según los arqueólogos su existencia data desde mucho antes de que los Incas edificaran su imperio, esta misteriosa ciudad ya estaba en ruinas. Sin embargo la belleza de sus monumentos da  fe de la habilidad y maestría de aquellos artistas que construyeron y levantaron pirámides en el cielo.

Las construcciones edificadas por esta cultura prehispánica, la realizaron sus pobladores  solamente con herramientas de piedra ya que ellos carecían de animales de carga y mucho menos conocían  la rueda. A pesar de esto ellos transportaron bloques inmensos de roca, de una cantera que se encontraba a varios kilómetros de distancia. Cuando llegaban a su destino estos bloques de mineral, se tallaban y se pulían con mucha maestría y perfección y se construían con ellos enormes pirámides intrincadas, que muchas de esta arquitectura posee orientaciones astronómicas.
El esplendor y la ostentación de su cultura se reflejan en sus trabajos realizados en  cerámica la cual representaban  en sus vasos ceremoniales y en los retratos tridimensionales de un rostro humano que eran plasmados en vasijas de barro. Así mismo su arte también estaba plasmado en los textiles que confeccionaban.
templo monolito tiahuanaco El misterio de las ruinas de Tiahuanaco
Muchos misterios encierra esta ciudad en ruinas en especial su construcción y aparece muchs preguntas en especial  de cómo pudieron desprender esos bloques de los macizos rocosos?  y cómo pudieron transportar dichos bloques  sobre el lago Titicaca? Fueron seres gigantes sus constructores?



La Candileja La leyenda de la Candileja
La leyenda de la Candileja, nació en Colombia hace muchos años, se dice que es una gran bola de fuego dividida en tres hachones o luminarias, con brazos como tentáculos que larga chispas de un rojo furioso y produce ruidos ensordecedores y macabros.
Se dice que persigue a los borrachos, los infieles y a los padres de familia irresponsables o golpeadores. Asusta también a los viajeros que transitan en horas avanzadas de la noche por las calles solitarias y oscuras. Algunos abuelos cuentan esta leyenda una y otra vez para escarmentar, asustar o para darles una lección moral a sus hijos o nietos.
Se dice que hace muchísimos años, existió una anciana buena y pacifica que tenia dos nietos a quienes les permitía demasiado, tolerando, consintiéndoles y festejando hasta las más extrañas ocurrencias, groserías y locuras. Las descabelladas ocurrencias de estos niños llegaron hasta exigirle a la viejita que hiciera el papel de una mula de carga, la ensillaron y luego la montaron sobre su espalda los dos al mismo tiempo y anduvieron por toda la casa provocándole la muerte. Al llegar al purgatorio, San Pedro le llamo la atención por su falta de rigidez en la educación de sus dos nietos y la condenó a pagar sus culpas en este mundo,  entre tres llamaradas de fuego que representan el alma de la anciana y las de sus dos nietos.
La luz de la Candileja es confundida con la de las guacas, que son  espíritus en forma luces que guían  a la gente hacia antiguos tesoros escondidos hace miles de años por   los indígenas, y cuando la gente los encuentra les causa la muerte, pero sin embargo, se dice que la luz de la candileja es de un rojo muy fuerte y la de las guacas es amarilla.
Para ahuyentar a la candileja, las personas deben hacerle frente con machetes, palos, hachas o gritándole groserías, acusándola de alcahueta o mala abuela. Generalmente le gusta aparecer en casas abandonadas o solitarias y en los ríos crecidos.

lunes, 24 de septiembre de 2012



El dragón de Babilonia

Uno de los acontecimientos arqueológicos más grande del siglo veinte fue el descubrimiento de la magnífica Puerta Ishtar de la antigua Babilonia. En ella, entre animales comunes como el toro o el león, se hayo una peculiar criatura, el Sirrush o Mushusu.

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Las excavaciones comenzaron en 1899, y durante tres años el Profesor Robert Koldewey, arqueólogo alemán, trabajó para descubrir este espectacular edificio dedicado al dios del sol, Marduk. La puerta fue erigida durante el reinado del rey Nebuchadnezzar II (605-562 aC). Pero tras la caída de la ciudad hacia el año 39 aC, se enterró bajo las arenas mesopotámicas y el mundo la olvidó hasta que el equipo de Koldewey la resucitó.
Los suyos fueron los primeros ojos del mundo moderno que contemplaron su deslumbrante panoplia de ladrillos muy vidriados de color cobalto y filas horizontales de animales representados en bajorrelieve realista.
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Estaban presentes tres tipos de animales. El toro y el león se inspiraron en animales vivos, pero, ¿y el dragón? Aunque estaba representado de forma realista, seguramente se trataba de una bestia completamente mítica e imaginaria – ¿o no? El animal sagrado de Marduk, el dragón de Babilonia era conocido como Sirrush, o Mushusu, y Koldewey no estaba convencido de que no fuera nada más que una criatura fabulosa de leyenda. Aunque las representaciones babilónicas de todas las otras bestias fabulosas habían cambiado dramáticamente a lo largo de los siglos, las del Sirrush habían permanecido iguales, como las de los animales reales.
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Pero si en realidad el Sirrush estaba basado en una criatura real, ¿cuál podría ser esta criatura?
Con cuerpo esbelto de cuatro patas, cubierto de finas escamas, una cola larga y un cuerno encima de su cabeza, era visiblemente diferente de cualquier animal conocido en los tiempos modernos. Así que Koldewey concibió la fascinante idea de que esta bestia tipo dragón podría haber sido creada a partir de un dinosaurio vivo desconocido.
En la actualidad, muchos zoólogos reconocen que las representaciones del Sirrush se asemejan un tanto a un retrato deformado de algunos reptiles gigantes del mundo prehistórico, particularmente los dinosaurios herbívoros de largos cuellos conocidos como saurópodos.
Además, las discrepancias de forma entre el Sirrush y los saurópodos podrían explicarse fácilmente si los pintores responsables de las representaciones hubieran trabajado no a partir de observaciones directas, personales de dinosaurios vivos, sino meramente a partir de descripciones de segunda mano de viajeros u otros testigos. Por tanto, si unos 65 millones de años después de la extinción oficial de los dinosaurios, el linaje de los saurópodos aún existe, escapando al descubrimiento científico formal pero, conocido para los antiguos babilonios, ¿dónde debemos buscar estas maravillas vivas?
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Poco después de la reaparición de la Puerta de Ishtar, el explorador Hans Schomburgk volvió a Europa, procedente de África Central con un ladrillo vidriado que habían encontrado allí, un ladrillo exactamente como los de la Puerta de Ishtar. Schomburk también trajo informes de misteriosas bestias parecidas a dragones.
Se decía que se parecían a Apatosaurus, y que vivían en los extensos pantanos, prácticamente inaccesibles de África Central. ¿Se trataba meramente de una coincidencia, o eran los babilonios los que habían visto estas bestias y las habían incorporado a su arte como el Sirrush?
El dinosaurio más famoso de entre los que vivieron (o viven) en África es una criatura acuática escurridiza, el Mokele-mbembe, del que ya hablemos en el blog en una ocasión, que se dice que habitó los enormes pantanos de Likouala en la República del Congo. Solo en los últimos 200 años, muchos observadores locales y europeos aseguran haberlo observado y durante la década de 1980 partieron varias expediciones, con la esperanza de confirmar su existencia.
De acuerdo con el testimonio de testigos oculares, el Mokele-mbembé posee un gran cuerpo de elefante, un largo cuello esbelto y una cabeza pequeña, cuatro imponentes extremidades y pies con zarpas que dejan huellas distintivas de tres dedos.
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Una robusta cola afilada y una longitud total de 9m completan una descripción convincente de un pequeño dinosaurio saurópodo. Incluso las huellas de tres dedos, que no se equiparan con las de ningún animal conocido en esa zona, son típicas de algunos saurópodos. De igual forma, los dibujos de la bestia de algunos observadores recuerdan fácilmente al saurópodo, y cuando se les mostraron pinturas de animales vivos y prehistóricos, los habitantes de la zona los identificaron sistemáticamente con saurópodos como el Mokele-mbembe.
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Sin embargo, hay un aspecto incluso más sorprendente en este tentador caso. Los textos apócrifos de la Biblia cuentan la historia de un dragón, que vivía en el templo de la deidad babilónica Bel, al que se rendía culto como dios, y al que Daniel dio muerte estrangulándolo para demostrar que era mortal, como cualquier otra bestia. Ha habido mucha controversia entre los estudiosos de la Biblia acerca de si este dragón existió realmente, y si lo hizo, qué forma podría haber tenido. En vista de la conexión que despierta la reflexión entre el Sirrush y la misteriosa bestia acuática del Congo, algonos zoólogos han propuesto que podría haberse tratado de un Mokele-mbembé vivo, capturado por los babilonios en África Central y transportado hasta la antigua Babilonia.

viernes, 21 de septiembre de 2012




Hasta ahora la mayoría de los Moais de la Isla de Pascua, aparecían con el torso y la cabeza descubierta. Otros parecían ser únicamente una cabeza. La cuestión es que hasta hace apenas un año, a nadie se le había ocurrido que las cabezas de los Moais, pudieran ser Moais completamente enterrados al igual que los que aparecían desenterrados.



La mayoría de los documentales sobre la Isla de Pascua y los datos empíricos sobre las misteriosas estatuas que se ofrecían al público, obviaban esta cuestión. (Lo cierto, por increíble que pueda resultar es que ya se sabía desde 1915). En concreto fueron  Katherine y William Scoresby  los que primeramente expusieran los diagramas de los primeros torsos de los Moais.

Pues la sorpresa, por obvio que parezca es que en pleno siglo XXI, hasta hace un año aunque ya se sabía desde 1915 que las cabezas de Moais emergentes en la isla, contenían un cuerpo bajo tierra, que en algunos casos supera los 8 metros de profundidad, nadie quería hacer publicidad de la excavación que se estaba llevando a cabo.








Naturalmente, ante semejante hallazgo, como siempre, comienzan las presiones de aquellos que consideran que es mejor mantenerlos enterrados, o tapar el hallazgo. Pero en este caso  los arqueólogos obviamente no están dispuestos a dejar de desenterrar el misterio. Así que  una entidad privada sin ánimo de lucro como es http://www.eisp.org/ ha asumido la competencia de llegar al fondo del asunto.



Igualmente, sucede con las misteriosas inscripciones que figuran en algunas de las figuras. Así las cosas. ¿Cómo es posible que no se haya comenzado con las excavaciones de semejante descubrimiento si como algunos aducen, ya se conocía desde hace casi un siglo?. ¿Tan poco interés revelaba para la comunidad científica un hallazgo de semejante envergadura?. Es extraño, pero la clave está en la profundidad de los Moais. Si se demuestra que la profundidad es de 8 metros en la excavación, estaríamos sin duda ante una antigüedad superior a 15.000 años, lo que nos colocaría en un evento con tsunamis próximo a la última glaciación, algo que sería incompatible con la existencia de escritura, al menos en base a los actuales axiomas Ortodoxos de la Ciencia.  ¿Acaso es esta la razón por la que se pretende datar a los Moais en la época del año 1500 de nuestra era?






Los datos no cuadran a juzgar por las evidencias, a menos que los enterraran, pero entonces no se explicaría por qué los que están descubiertos carecen de inscripciones y los que están enterrados presentan inscripciones y son de mayor tamaño que los que no están enterrados. No parece tener mucho sentido enterrar los más grandes y con inscripciones  que nadie leerá, y en cambio dejar al descubierto los de menor tamaño sin inscripción alguna.

La pregunta que se hacen los arqueólogos  una vez más es: ¿Por qué tanto empeño en no reconocer que las antiguas civilizaciones y determinados tipos de escritura, eran mucho más antiguos de lo que se pensaba?




Tamaño proporcional



Por el momento los datos de la escritura presente en los Moais y de los expertos que están intentando descifrar los textos, permanecen en el anonimato para evitar presiones, pero en palabras del director de la exploración:



"La hipótesis más probable es que una ola gigante barrió la ex isla y su antigua civilización, que se perdió en las brumas del tiempo. Las estatuas no fueron enterradas, pero el paso del tiempo, el escombro y el polvo borraron a esta civilización, de la cual no se sabe nada. Se cree pudo estár el mito de la Atlántida y del continente cuyas leyendas resurgieron con este descubrimiento excepcional."



Con el tiempo conoceremos más detalles de los responsables de la excavación, y de la traducción de los textos encontrados en algunas de las estatuas que han desenterrado. Una cosa está clara. Demasiado peso y tamaño para mover las estatuas hace 15.000 años. Definitivamente otro gran misterio de la arqueología aún sin resolver.




En 1972 inventaron una máquina que, aseguraban, podía fotografiar el pasado, basándose en que las ondas sonoras y visuales son energía y por tanto están sometidas a las mismas leyes físicas que la materia. Su prueba fue una foto de Jesucristo agonizante en la cruz





Parece algo increíble y difícil de creer pero, ¿y si pudieramos fotografiar el pasado? Plasmar los hechos acontecidos en un lugar determinado años atrás.

SIn embargo en el año 1972 el semanario italiano Domenica del Corriere sorprendía a sus lectores con un insólito titular: Inventada la máquina que fotografía el pasado.



La noticia era increíble y afirmaba que un equipo de doce físicos, encabezados por un monje, había creado un artefacto capaz de fotografiar el pasado y que incluso había registrado la vida entera de Cristo. Y demostraba tan inaudito anuncio con una imagen del rostro sufriente de Jesús en la Crucifixión.




Supuesta fotografía realizada por el cronovisor de Jesús en el momento de la crucifixión



Los fundamentos de este descubrimiento se basan en el conocido principio de la física clásica, según el cual «la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma».



El inventor del aparato, Alfredo Pellegrino Ernetti, un benedictino, aseguraba haber construido su máquina basándose en el concepto de que las ondas sonoras y visuales son energía y, por tanto, están sometidas a las mismas leyes físicas que la materia. Igual que desde las partículas más ínfimas se puede recomponer un elemento en su forma primitiva, el artefacto sería capaz de acceder a las ondas luminosas y sonoras del pasado, reorganizándolas en las mismas imágenes y sonidos que las integraron en su origen.





Cronovisor ¿Verdad o fraude?



Cuesta creer que un hombre de la elevada talla intelectual y moral de Alfredo Pellegrino Ernetti, se involucrara en un fraude tan burdo. A nadie le extrañaría que, de existir el ingenio capaz de recuperar el pasado, hubiera sido interceptado y vetada su difusión por las autoridades civiles o religiosas, temerosas de las consecuencias derivadas de su uso, ya que con él se podrían conocer los secretos de grandes personajes y se resolverían muchas incógnitas históricas. Como afirmaron algunos, «sería posible, por ejemplo, contemplar los milagros de Jesús». Pero ¿y si se descubriera, por ejemplo, que tales prodigios no sucedieron tal como nos han contado sino que fueron inventados por sus discípulos? Entonces se produciría una crisis religiosa sin precedentes.




Alfredo Pellegrino Ernetti



Ernetti, estando muy enfermo y sabiendo que le quedaba poco tiempo de vida, envió una carta a Luigi Borello, su principal crítico. La misiva es una especie de testamento donde afirma que «la existencia del artefacto es una sacrosanta verdad; que se hayan captado tantas cosas del pasado es también verdad; que entre estas cosas estuviera la imagen de Jesús es verdad; y que las autoridades supremas han prohibido el uso del ingenio, es otra verdad».




Planos de construcción del suspuesto cronovisor



«Nuestro Cristo fue captado en 1953, mientras que el de Collevalenza fue realizado 6 años más tarde». Podemos pensar que era la palabra de un moribundo, la confesión de un religioso a otro, sin embargo demostraremos incoherencias difícilmente refutables. La fundadora del Santuario de Collevalenza resultó ser una mística estigmatizada. La obra obedecía a sus visiones, lo cual podía confirmar la validez de la evidencia presentada por Ernetti. De no ser porque el crucifijo, en realidad, data de 1930.




Impactante fotografía que, según el cronovisor,  capta un momento de la vida de Jesús





Por cierto, ¿cómo es posible que la instantánea de Jesús sea de 1953, si el propio monje declaró que fue en 1963 cuando reunió al equipo que iba a ayudarle a construir la máquina? Pero, ¿por qué la Iglesia y los servicios secretos italianos se involucraron en algo que no era más que un delirio? Aún más importante, ¿por qué, en 1988, el Vaticano emitió un decreto según el cual serán excomulgados todos aquellos que capten o divulguen «con cualquier instrumento técnico acontecimientos pasados»?



Ernetti, afirmó haber fotografiado las tablas de la ley, la destrucción de Sodoma y Gomorra, un discurso de Mussolini o la crucifixión de Cristo.



El proyecto fue cancelado y requisado por el Vaticano, pero no destruido, el Cronovisor se encontraría ahora a buen recaudo. Antes de morir Ernetti, envió una carta a Japón, país con el que tenía buena relación y contactos y otra carta a Suiza. En esas cartas pueden estar los planos del Cronovisor, ya que él prometió al Papa Pío XII que nunca haría públicos los detalles.




miércoles, 19 de septiembre de 2012



El maestro del suspense Alfred Hitchcok filmó en 1963 una de sus películas más memorables, “Los Pájaros”, que quedaría en nuestra retina por utilizar como elemento amenazante, algo tan a primera vista tierno y frágil como un pájaro. Hasta hace poco tiempo se creyó que la fuente de inspiración que usó Hitchcock era un relato del mismo nombre de
1952, pero al parecer el gran Alfred era conocedor de un extraño suceso que solo dos años antes de su celebre filme ocurría en California.

El viernes 18 de agosto de 1961, los medios de información americanos informaban que cientos de gaviotas se “habían vuelto locas”, y estaban lanzándose hacia la gente como auténticos kamikazes, picoteando con furia todo lo que se encontraba en su camino, incluso rompiendo cristales e invadiendo casas en la zona dela Bahía de Monterrey, al sur de San Francisco, creando una gran confusión y temor en la zona y obligando a que las autoridades recomendaran refugiarse en los hogares y proteger las ventanas en un ataque que duró toda la noche.

A la mañana siguiente, la zona pareció sembrada de los cuerpos sin vida de las gaviotas ante el estupor de los habitantes del lugar, algunos de ellos heridos por picaduras, arañazos o cortes producidos por cristales rotos. Al conocer la noticia, Hitchcock telefoneó desde su domicilio en Scott Valley, muy cerca de la zona del incidente, al periódico local y les pidió una copia de lo ocurrido, alegando que lo usaría como material para su siguiente film.

Los periódicos en un primer momento atribuyeron tan extraño ataque a una niebla que desorientó a las aves, pero la gente que fue testigo de la agresividad de los pájaros no creyó nunca esa versión. Y han tenido que pasar casi 50 años para obtener una explicación a ese suceso tan extraño, y es que tan solo hace unas semanas, científicos han publicado que el ataque de las aves se produjo por una toxina nerviosa que las envenenó y las volvió agresivas hasta el suicidio.

La científica Sibel Bargu, al frente de la investigación, examinó las gaviotas recogidas y conservadas desde 1961, y tras examinarlas, detectó que en el plancton que habían ingerido, directamente o a través de peces, se encontraban grandes cantidades de un alga unicelular microscópica llamada Pseudo-nitzscia, productora de una potente toxina nerviosa llamada ácido domoico.

El ácido domoico actúa sobre el sistema nervioso central, produciendo la destrucción de las célula neuronales. Es producida de forma natural por las algas rojas, y pasan a los moluscos y peces que se alimentan de estas algas.

Pero este alga no solo causa confusión , agresividad y muerte a las aves, hay numerosos casos de contaminación por ácido domoico en humanos, incluso se contabilizan 4 fallecimientos por esta causa y varios historiales de amnesia anterógrada (un deterioro irreversible de las neuronas que causa amnesia) también asociada con el consumo de moluscos infectados por este alga.

Tengan cuidado al comer mejillones, pero por si acaso les anuncio que los síntomas se manifiestan en la primera media hora, y esos intomas son vómitos, diarreas y calambres hasta dificltades respiratorias, problemas neuronales, coma y muerte. No hay antídoto conocido para esta intoxicación y la única manera de actuar frente a un caso así es mantener la función respiratoria del afectado hasta que comience a eliminarse la toxina.

lunes, 17 de septiembre de 2012



La victima fue encontrada muerta a las 6:10 AM, el día 1 de Diciembre, del año 1948, debajo de un poste de luz en Somerton Beach, Australia. Eso es básicamente todo lo que se conoce sobre este hombre. Son las cosas que no se conocen las que han burlado a las autoridades desde entonces, incluyendo el significado del aparentemente indescifrable código q
ue dejo detrás.

El asunto comenzó a volverse complicado cuando la policía notó que las etiquetas de su ropa habían sido removidas. Eventualmente, lograron descubrir el origen de la chaqueta: Estados Unidos. Extraño, porque ni su dentadura ni sus huellas digitales correspondían a alguien que viviera (o hubiera vivido) allí, o en cualquier otro lugar del mundo. Era como si el sujeto nunca hubiera existido.

La autopsia revelo una excepcional condición física, una pasta semi-digerida en su estomago, y una congestión en su cerebro y estomago que sería consistente con un envenenamiento que hubiera sido consistente de no ser por el hecho de que no se encontró ni un rastro de veneno en su cuerpo. También revelaron que su bazo era tres veces más grande de lo que debería ser.

Descubrieron un maletín marrón que aparentemente perteneció al hombre, pero que sólo mostró más ropa sin etiqueta y la ya mencionada chaqueta.

La policía también descubrió un bolsillo secreto en los pantalones del hombre, el que contenía un pedazo de papel con las palabras “Tamam Shud.” Siendo “Terminado” ó “Finalizado” su significado correspondiente.

El texto lucía como un retazo arrancado de un libro. Y resultó ser así; Era de una colección de poemas llamados “The Rubaiyat Of Omar Khayyam.” Y no se trataba de cualquier Rubaiyat, era una especifica traducción, extremadamente rara de por sí.

Luego de una extenuante búsqueda, encontraron una copia del mismo libro en la parte de atrás del asiento de un auto encontrado cerca de la locación de la muerte. “Tamam Shud” no se encontraba en las páginas del libro. En cambio encontraron una tarjeta de biblioteca con el nombre del fallecido impreso.

En la parte trasera del libro encontraron el siguiente código:
MRGOABABD
MTBIMPANETP
MLIABOAIAQC
ITTMTSAMSTGAB

Cinco sets de letras al azar, el segundo tachado. Así que, ¿esto qué no dice? Nada, absolutamente nada. Hasta el día de hoy, el misterio sigue sin ser resuelto.

¿Fue el código el resultado de una mente perturbada, o de aburrimiento crónico, quizás? Aparentemente no. Los intentos más recientes por resolver el caso han demostrado que las letras no están colocadas allí por mero azar, siendo una especie de código secreto con el que nadie está familiarizado.



http://www.microsiervos.com/images/sputnik-salimbeni.jpg
Una pequeña iglesia italiana enclavada en la próspera ciudad, vinícola de Montalcino, a escasos cuarenta kilómetros de Siena, la iglesia de San Pedro alberga aún hoy una de las más desconcertante pinturas que existen en el mundo. Ningún objeto, pintura o legado documental de los que se han podido examinar en la búsqueda de fenómenos que demuestren la existencia de
alteraciones -a veces de siglos- en el continuum espacio-temporal. es tan claro como el lienzo que se conserva en Montalcino. Diseñado originalmente en el año 1600 por el artista sienes Ventura Salimbeni (1567-1613), la tela recoge una escena singular: nueve personales, la mayoría ataviados con trajes eclesiásticos de la época, aparecen en torno a un relicario que contiene una hostia consagrada de la que parten varios deslumbrantes rayos de luz. Sobre estos prelados, y por encima de unas nubes grisáceas que separan en dos mitades el cuadro, se encuentran las imágenes de la Trinidad, flanqueadas por dos querubines. El lienzo no pasaría de ser una de tantas representaciones manieristas de los mundos celeste y terrestre, si no fuera por el insólito objeto que aparece en medio de los tres personales divinos y que acapara el protagonismo de toda la obra.
A primera vista parece un simple objeto azulado que bien podría representar el globo terráqueo. Pero examinado con más detenimiento se aprecia que semejante interpretación es errónea. La existencia de al menos tres líneas longitudinales a lo largo de la curvatura de esta extraña esfera y una banda central a modo de "cinturón", presentan todo el aspecto de junturas de varias piezas de apariencia metálica. No menos sorprendentes son las dos extremidades en forma de antenas asida por las divinas figuras de Dios y Jesús, respectivamente, y que no dejan lugar a dudas -a los ojos, claro está, de un hombre habituado a tecnología contemporánea- de que nos estamos enfrentando a la primera representación artística de un moderno satélite de comunicaciones. Quizá a uno de los primeros modelos puestos en órbita, como el Sputnik soviético.

domingo, 16 de septiembre de 2012



 
 Existen muchas otras anomalías de la memoria, como la prosopagnosia o incapacidad para recordar rostros; el déjà vu, sensación de haber vivido ya algo; o la hipermnesia, la cual permite recordar con todo detalle diferentes cosas. Un caso clásico de esta última, referido por el psiquiatra Taine, es el de la empleada doméstica iletrada que recitaba (aún sin comprenderlos) párrafos enteros en latín, griego y hebreo oídos a un tío suyo de pequeña. Otro caso de capacidad memorística extraordinaria es el del reportero ruso Solomón Veniamin, que podía aprender en segundos y repetir sin ningún error, de arriba abajo y en diagonal, listas enormes de cifras y palabras. Y lo más increíble, semanas, meses, incluso años después, las reproducía con toda exactitud.


 En el año 500 a. C. el poeta griego Simónides de Ceos ideó el "sistema de lugares" para recordar la situación de unos comensales. Simónides estaba en el banquete cuando se ausentó brevemente, salvándose así de morir aplastado por el derrumbe del techo; y fue el único en poder reconocer los destrozados cuerpos de dichos comensales al recordar los lugares donde estaban sentados.

 La hormona denominada corticosterona, que se segrega en momentos de ansiedad, es la responsable de la repentina pérdida de memoria. Esta hormona bloquea la recuperación de información hasta una hora después de ceder la situación de tensión. Esto explicaría, por ejemplo, que algunos estudiantes se queden en blanco en los exámenes. Al serenarse, el cerebro recupera los datos.

 La mitad de los niños superdotados fracasan en los estudios

 Un 8 por ciento de los niños de nuestro país tiene depresión y un 40 por ciento padece estrés.

 El cerebro pesa un promedio de 1.380 gramos en el hombre y 1.250 en la mujer. Contiene unos 100.000 millones de neuronas, cifra aproximada al de las estrellas de nuestra galaxia. Y sus casi 100 trillones de interconexiones en serie y en paralelo proporcionan la base física que permite el funcionamiento cerebral.

 El 70% de los enfermos mentales están desempleados. El porcentaje de empleo tras el alta hospitalaria se sitúa entre el 10 y el 30%, únicamente del 10 al 15% mantienen su trabajo entre 1 y 5 años tras el alta. El desempleo constituye un índice primordial de minusvalía, por lo que esta situación acentúa el aislamiento y la estigmatización de los enfermos mentales en nuestra sociedad.

 Hay varios tipos de amnesia, la amnesia retrógrada es la más rara aunque la más cinematográfica, en ella el afectado no recuerda su vida antes de la lesión. En cambio, en la amnesia anterógrada, la más común y grave, el enfermo recuerda su pasado pero no logra aprender nada nuevo.

 Existen muchas otras anomalías de la memoria, como la prosopagnosia o incapacidad para recordar rostros; el déjà vu, sensación de haber vivido ya algo; o la hipermnesia, la cual permite recordar con todo detalle diferentes cosas. Un caso clásico de esta última, referido por el psiquiatra Taine, es el de la empleada doméstica iletrada que recitaba (aún sin comprenderlos) párrafos enteros en latín, griego y hebreo oídos a un tío suyo de pequeña. Otro caso de capacidad memorística extraordinaria es el del reportero ruso Solomón Veniamin, que podía aprender en segundos y repetir sin ningún error, de arriba abajo y en diagonal, listas enormes de cifras y palabras. Y lo más increíble, semanas, meses, incluso años después, las reproducía con toda exactitud.

 En el año 500 a. C. el poeta griego Simónides de Ceos ideó el "sistema de lugares" para recordar la situación de unos comensales. Simónides estaba en el banquete cuando se ausentó brevemente, salvándose así de morir aplastado por el derrumbe del techo; y fue el único en poder reconocer los destrozados cuerpos de dichos comensales al recordar los lugares donde estaban sentados.

 Un verdadero maestro Fakir puede hacer cosas mucho más espectaculares que soportar los pinchazos tendido sobre su cama de clavos, aunque parezcan menos espectaculares. Puede, por ejemplo, hacer que la mitad de la palma de su mano se caliente diez grados más que la otra parte, puede detener su corazón durante un tiempo determinado, o puede reducir sus constantes vitales al mínimo entrando en un estado parecido al de la hibernación de algunos animales.

 El primer hospital psiquiátrico de la historia se construyó en Bagdad en el año 792.

 Sigmund Freud, el creador del psicoanálisis, se interesó en su juventud por las drogas, concretamente investigó las propiedades de la cocaína. Tomaba él mismo dicha droga en pequeñas dosis y hacía autoobservaciones sobre el efecto que ejercía sobre el hambre, el sueño y la fatiga. Esta investigación duró tres años (de 1884 a 1887) y Freud pretendía hacer un descubrimiento importante en el terreno de la clínica o en el de la patología, pero no fue así. Al principio le fascinó el hecho de que la cocaína elevaba el vigor mental y físico, sin tener, aparentemente, ningún efecto nocivo. Pero pronto empezaron a publicarse en las revistas médicas de la época que el uso prolongado de la cocaína podía producir un "delirium tremens" muy parecido al del alcohol. El joven Freud que deseaba beneficiar a la humanidad con sus investigaciones y hacerse un nombre, fue acusado de haber ocasionado una nueva enfermedad. Además tuvo una penosa experiencia, pues creyendo que la cocaína era inocua, había prescrito una cantidad importante a un paciente, el cual falleció a causa de ello.

?   El cerebro de los humanos es el que posee más pliegues de todos los seres vivos, por eso si lo desplegáramos mediría aproximadamente 2 metros, mientras que el de un gorila, todo y pesar casi lo mismo, al desplegarlo sólo mide una cuarta parte que el del hombre.

?   La voz femenina provoca agotamiento en el cerebro masculino. Según el profesor Michael Hunter, de la Universidad de Sheffield (Gran Bretaña), el tono de la voz femenina posee sonidos más complejos que la masculina, por eso toma toda el área auditiva del cerebro masculino, mientras que la voz del hombre sólo ocupa el área subtalámica. De aquí que en muchas ocasiones las mujeres se quejen de que los hambres no las escuchan, ya que lo que hacen es "desconectar" por una razón puramente fisiológica.

?   Los estímulos nerviosos dentro del cerebro se transmiten, gracias a las neuronas, a una velocidad que supera los 400 kilómetros por hora.

?  Cada neurona es la responsable de establecer comunicación con varios cientos o incluso miles de neuronas de su entorno. Si se pusieran en línea recta todas las neuronas de nuestro sistema nervioso, tendrían una extensión de varios centenares de kilómetros.




Este enfermo mental creía que le era completamente necesario beber la sangre de sus víctimas
"A veces oigo voces por teléfono... ignoro qué voces... amenazas. Suena el teléfono y alguien me dice cosas extrañas...que mi madre me envenena poco a poco y que me voy a morir. Me siento observado.. sé que alguien me vigila...." "...si devoré a esas personas fue porque tenía hambre y me estaba muriendo. Mi sangre está envenenada y un ácido me corroe el hígado. Era absolutamente necesario que bebiera sangre fresca.."
Estas declaraciones, forman parte de una entrevista psiquiátrica a Richard Tranton Chase, un asesino diagnosticado esquizofrénico paranoide tras disparar, apuñalar, descuartizar, y beber la sangre de seis personas en 1987, ganándose el apodo de "el vampiro de Sacramento".
Desde muy joven, Chase es conocido por su conducta psicótica que alterna períodos de apatía con otros de agresividad. Esto, según algunos psicólogos estaría debido en gran parte a unos traumas infantiles por las constantes peleas entre su padre alcohólico y su madre, así como el posterior divorcio de éstos.
A los 21 años, se va de casa para compartir piso con unos amigos.
Allí, continuamente drogado, empieza a obsesionarse con la idea de que una organización criminal trata de acabar con él, hasta tal punto que clava con tablas la puerta de su habitación, entrando y saliendo de ella por un pequeño agujero que había hecho en el fondo de un armario de pared.

Poco tiempo después, se afeita la cabeza y acude asustado al médico alegando que su cráneo se está deformando poco a poco y los huesos de éste le agujerean la piel. Al mismo tiempo dice sentir que se muere porque alguien le ha robado la arteria pulmonar, y nota que su sangre no puede circular.

Es internado en un psiquiátrico, saliendo de éste al poco tiempo, pese a la opinión de algunos médicos que lo consideran peligroso.
Una vez sólo, deja de tomar la medicación que le habían prescrito y su conducta comienza a empeorar, pues creyendo que su sangre se estaba volviendo polvo y que necesitaba otra más fresca para sobrevivir, se inyecta y bebe sangre de conejo, tragándose además crudas las vísceras de los animales...
Poco después cae gravemente enfermo, y los médicos tras percatarse de su obsesión por consumir sangre, lo internan de nuevo diagnosticándole una fuerte esquizofrenia paranoide además de conducta peligrosa.
Un año después, de nuevo en la calle, descuartiza a numerosos perros, gatos y vacas afín de beber su sangre y vísceras mezcladas con Coca-Cola a modo de cóctel, estando convencido que a causa de la falta de sangre, su estómago se empieza a pudrir, su corazón disminuye de tamaño y que los distintos órganos se desplazan en su interior.

Fascinado por los crímenes de los asesinos Kenneth Bianchi y Angelo Buono, guarda celosamente todos aquellos recortes de prensa que los menciona y se compra una pistola de calibre 22 dispuesto a imitarlos.
A los 28 años, comienza una serie de crímenes disparando dos veces sin motivo alguno sobre un desconocido, que se convertiría en la primera de sus víctimas.
Su segunda víctima, una joven de 22 años, es salvajemente asesinada a pocos metros de su casa cuando se encontraba sacando la basura. Chase dispara tres veces sobre ella, y mientras agoniza, le abre el vientre para arrancarle los intestinos, que esparce cuidadosamente por el suelo. Luego, le corta el hígado, el diafragma, un pulmón y los riñones, colocándolos encima de una cama. En un ataque de histeria apuñala varias veces el cuerpo sin vida y tras beber su sangre, se pinta la cara con ella. Finalmente, como toque final a su "obra", defeca sobre la boca del cadáver y abandona la casa, satisfecho.

Cuatro días después comete el más sangriento de sus crímenes entrando en una casa elegida al azar y disparando a la cabeza de

Entre sus asesinatos se incluye un niño de 22 meses, se llevo el cadaver al escapar Por su perversión por beber sangre se le conocía como el "Vampiro de Sacramento"
una pareja de 27 años, un niño de 6 años y un bebé de 22 meses. Luego, llevándose el cuerpo de la mujer a una habitación, sodomiza el cadáver, le arranca un ojo y bebe su sangre. Momentos más tarde, es sorprendido en su macabra carnicería por alguien que llama a la puerta mientras vaciaba el cráneo del niño, y huye a toda prisa llevándose el cadáver del bebé.

En su propia casa, decapita el cuerpo tras beberse la sangre y devorar el cerebro crudo.
Esa misma tarde, la policía descubre la matanza y comienza una serie de investigaciones por toda la ciudad registrando cada rincón de la ciudad tratando de atrapar al psicópata asesino.
Cuando tres policías llaman a la puerta del vampiro no obtienen respuesta, pero oyendo ruidos en el interior deciden de vigilar el apartamento.
Poco después, Chase sale de la casa con una caja de cartón bajo el brazo, que arroja al suelo para tratar de huir al ver a los agentes en la puerta. Su contenido se esparce por el suelo asombrando a los policías: se trata de ropa ensangrentada y trozos de cerebro humano...

El asesino es finalmente detenido. Al registrar su apartamento, se encuentran además de un espantoso olor a putrefacción, manchas de sangre cubriéndolo todo, huesos humanos en la cocina y el salón, un plato con restos de cerebro encima de la cama y la nevera repleta de recipientes con órganos humanos y animales en el interior.
En el juicio trata inútilmente de justificar sus macabros crímenes diciendo que unas voces de seres extraterrestres y otras criaturas lo acosaban continuamente obligándole a matar...
Finalmente es condenado a pena de muerte aunque su ejecución en la cámara de gas nunca sería llevada a cabo, pues Richard se suicida pocos meses después en su celda con una sobredosis de antidepresivos en diciembre de 1980.

sábado, 15 de septiembre de 2012



El territorio africano conserva aún alguno espacios casi inexplorados, en ellos bien podrían refugiarse individuos de especies que no han sido clasificadas por los naturalistas, y que se mantienen en la ignorancia del ser humano. Una criatura misteriosa es el Marozi, un felino que supuestamente tendría restos de melena como el león, pero manchas como las del leopardo.
La criptozoología se ha ocupado por años de rastrear la pista de ciertos felinos misteriosos, como el Marozi, el Ntarargo, que han sido descriptos por miembros de algunas tribus.
El Marozi:

Conocido como el “león manchado africano”, es uno de los pocos casos donde existen pruebas físicas de su existencia, las que se suman a los testimonios de lugareños y extranjeros, más algunas fotografías, y por consiguiente podemos conjeturar que su existencia es posible.
Desde 1904 se han producido reportes de “leones manchados”, por parte de nativos y extranjeros, pero recién en 1931 se produjo el primer documento.
Un granjero de Kenia (Michael Trent) observó dos extraños leones manchados, un macho y una hembra, los siguió y les dio muerte. Al examinar los cadáveres, pudo observar que eran muy pequeños, y finos, y que presentaban manchas similares a las que tienen los cachorros, y el macho presentaba una escasa melena a forma de patilla. Sus cuerpos fueron enviados al Departamento de Caza de Nairobi, donde fueron embalsamados, ante gran revuelo.
Dos años más tarde, el explorador Kenneth Dower, viajó a África para conocer más sobre el tema, realizando importantes investigaciones al respecto.
En primera instancia localizó las huellas de lo que dedujo sería una pareja de felinos de macho y hembra, el tamaño era intermedio entre las de león y las de leopardo. Perdió el rastro entre las huellas de una gran manada de búfalos, la cual al parecer, habrían estado acechando. Poco después encontró huellas similares a unas altitud de 3812mts.
Dower averiguó que los aborígenes diferenciaban a estos felinos de los leones y leopardos, y que el Marozi era conocido con diferentes nombres en las diferentes regiones, como ser Ikimizi en Ruanda, Abasambo en Etiopía. Y que estos animales vivían en parejas en lugar de manadas, y que ocupaban un hábitat distinto de la sabana.
En 1924, el naturalista A. Blayney Percival, dio muerte a una leona con sus cachorros, y la madre, así como los cachorros, estaban cubiertos de manchas.
En 1931, fueron avistados cuatro ejemplares similares, por parte de un guarda R.E. Dent, en la montaña de los Aberdares, a unos 3000 metros de altura.
Como estos, hubo otros avistamientos por esa época, donde los testigos intentaron matar a los animales sin lograr su propósito.
Dower no pudo demostrar fehacientemente la existencia de estos animales, pero sí pudo, acrecentar el interés que despertaban, a través de la publicación de libros y artículos.

Teorías de los felinos misteriosos:

Felinos misteriosos1. Hibridación natural entre leopardo y león: Fue la primera teoría desarrollada, donde el “leopon”, sería producto del cruzamiento entre un leopardo macho y una leona, dando como producto, un animal similar al león, pero de menor tamaño, con melena rala en los machos, y manchas sobre su pelambre.
Esta teoría cuenta con muchos detractores, pues aducen que los híbridos no tienen capacidad de reproducirse, que leones y leopardos tienen estilos de vida diferentes, que son enemigos naturales, y que los híbridos no estarían aptos para la vida salvaje.
2. Mutación genética del león: Esta teoría sostiene que se trataría de una mutación natural, como el caso de los leones albinos.
Si bien es cierto que los cachorros de león poseen manchas en sus primeros meses de vida, esto como reminiscencia de sus antepasados que tenían manchas. También es cierto que algunos ejemplares adultos conservan vestigios de las manchas de nacimiento, en especial las leonas. Además, los cruzamientos consanguíneos pueden producir coloraciones inusuales. Todo lo anterior haría más creíble esta teoría, aunque siempre permanecen algunas incógnitas.
3. Nueva especie: Esta teoría considera que son ejemplares de una nueva especie, perteneciente al género Pantera, y que aún no habrían sido catalogados por la ciencia.
También se ha manejado la posibilidad de que un antepasado común de leones y leopardos, hubiese sobrevivido hasta nuestros días.
Conclusión:

En el Mueso de Historia Natural de Londres, se conserva una piel atribuida a Trent, y un cráneo similar al de un león común, pero muy pequeño.

Desde la década de los “30”, no se han producido nuevos avistamientos, lo cual hace suponer, que de haber existido realmente esta especie, desgraciadamente se encontraría extinta. Con lo cual, la curiosidad del hombre, habría provocado una vez más la desaparición de una especie animal.

miércoles, 12 de septiembre de 2012






Niccolò Paganini, (Génova, 27 de octubre de 1782 – Niza, 27 de mayo de 1840) fue un violinista, violista, guitarrista y compositor italiano, considerado entre los más famosos virtuosos de su tiempo, reconocido como uno de los mejores violinistas que hayan existido, con oído absoluto y entonación perfecta, técnicas de arco expresivas y nuevos usos de técnicas de staccato y pizzicato.

Pero hubo quien dijo que lo vio. Alguna noche, mucho antes de que su leyenda creciera. Hubo alguien que aseguró haberlo visto invocar al diablo, postrarse delante del Maligno y repetirle el juramento. “Le dijo que su alma era suya a cambio de tocar como un ángel. Se encendió una luz que me cegó, Paganini se puso de pie y siguió su camino”, así dijo aquel testigo. Hubo quien le creyó y quien no le creyó. Más aquella versión fue creciendo y la gente hacia tumultos para verlo, y para oírlo tocar. Se arrebataban los boletos. Todos habían oído hablar de él, no solo los cultos. Hasta los mendigos y las prostitutas compraban sus entradas apenas se anunciaba que tocaría Nicolò Paganini, “El violinista del diablo”, como empezaron a llamarlo.

Lo cierto es que a Paganini la vida le sonreía por donde pasaba -y no podía ser de otro modo: semejante genio. Feo como el demonio, su presencia impactaba a las mujeres al punto de arrojarse a sus pies. Y si no bastaba con su glamour, ahí estaba su manera de tocar (el violín, digo). A una de ellas que se resistía a amarlo, que se encerraba en su habitación y que había dado órdenes de que bajo ninguna circunstancia se dejara entrar a Paganini en su casa, el virtuoso se las ingenió para llegar hasta el balcón de la alcoba e improvisar una sonata para ¡una sola cuerda! Cuando la dama se percató de la hazaña violinística, le hizo un lugar en su cama al genio.

Así anduvo Paganini, de mujer en mujer, de cama en cama. Era lo que más le atraía, junto con el dinero para gastarlo, para jugarlo. Tal vez porque durante su niñez había padecido pobreza y miseria, dinero que caía en sus manos dinero que gastaba. Y con la misma prontitud volvía a gastar más. Con la ventaja de que a veces ni en violines gastaba. Alguna vez que iba a tocar a un palacio y se le olvidó su propio instrumento, el anfitrión, de cuna noble y filántropo, extrajo su Guarnerius personal de la vitrina donde lo tenía a la vista de todos, y se lo prestó a Paganini para que saliera del aprieto. Después de que el violinista hubo tocado, el príncipe, duque, marqués o lo que haya sido, no fue capaz de guardar el violín en su sitio. Se lo regaló a Paganini sin dejar de besarle las manos.

Quizás la leyenda del violinista del diablo se baso en lo que alguna vez relato Tartini acerca de su sonata “El trino del Diablo”

“Una noche, en 1713, soñé que había hecho un pacto con el Diablo y estaba a mis órdenes. Todo me salía maravillosamente bien; todos mis deseos eran anticipados y satisfechos con creces por mi nuevo sirviente. Ocurrió que, en un momento dado, le di mi violín y lo desafié a que tocara para mí alguna pieza romántica. Mi asombro fue enorme cuando lo escuché tocar, con gran bravura e inteligencia, una sonata tan singular y romántica como nunca antes había oído. Tal fue mi maravilla, éxtasis y deleite que quedé pasmado y una violenta emoción me despertó. Inmediatamente tomé mi violín deseando recordar al menos una parte de lo que recién había escuchado, pero fue en vano. La sonata que compuse entonces es, por lejos, la mejor que jamás he escrito y aún la llamo "La sonata del Diablo", pero resultó tan inferior a lo que había oído en el sueño que me hubiera gustado romper mi violín en pedazos y abandonar la música para siempre....”

Niccoló Paganini falleció en Niza, Francia, el 27 de Mayo de 1840, pero el obispo de Niza negó el permiso para su entierro y su ataúd permaneció varios años en un sótano. La fama que se había tejido alrededor de su persona y su talento, forjados en un posible pacto con el demonio, fue determinante en esta decisión eclesiástica, sobretodo debido a que el propio Paganini rehusó acercarse a la Iglesia y desmentir aquellos comentarios. Solamente en 1876 fue permitido el funeral y sus restos se transfirieron al cementerio en Parma.

Bienvenido el diablo, si fue quien iluminó a Paganini para que tocara como lo hizo, para que le diera al violín esa connotación mágica y para que le permitiera dejar su legado violinístico por excelencia: los Veinticuatro Caprichos para violín solo, inejecutables...










El redescubrimiento en los años ochenta de una galerías que discurrían bajo el cuerpo de la Esfinge de Gizeh parece dar la razón a los cronistas antiguos y modernos que defendieron su existencia. Ahora la Egiptología debe evaluar hasta qué punto son ciertas las leyendas que atribuyen al subsuelo de la meseta de Gizeh la posesión de un entramado de galerías con los tesoros materiales y psíquicos de civilizaciones legendarias.



Aquella mañana de septiembre, muy temprano, desde la ventana del hotel, presencié cómo la niebla comenzaba a disiparse por la meseta de Gizeh. Ya se podía observar las cimas de las tres pirámides. Cogí el material que había amontonado sobre la cama y me dispuse a caminar hasta la meseta. El lugar, casi vacío después de los últimos atentados terroristas, daba pie a pensar que el trabajo iba a resultar tranquilo. Tras veinte minutos a pie, ante mis ojos se encontraba, majestuosa como siempre, la Esfinge de Gizeh.

Auténtico logotipo de la cultura faraónica, Abu-el-Hol o Padre del terror tal y como la llaman los actuales egipcios, este león larguirucho mantiene en silencio uno de los secretos mejor guardados de la civilización egipcia. Aunque a ciencia cierta se desconozca la fecha de su construcción y a quien representa, suele vincularse más mal que bien con el faraón Kefrén de la IV dinastía (ca. 2550 a. C.). La popularidad que siempre la rodeó ha motivado que tan ilustre monumento haya protagonizado las leyendas más bellas y a la vez, los espectáculos luminotécnicos de peor gusto a los que uno pueda asistir.





Tutmosis IV tenía razón



Entre los relatos más hermosos que acompañan la historia de esta figura milenaria, se encuentra el celebérrimo encuentro con el entonces príncipe y futuro faraón Tutmosis IV (ca. 1425 a. C.). cuando el príncipe tras una cacería se quedó dormido a la sombra de la Esfinge, el león se le apareció en sueños anunciándole que reinaría aunque, realmente Tutmosis por aquel entonces, no fuera más que un segundón. También le pidió que fuera clemente con su sufrimiento y que la liberara de la ardiente arena del desierto que la cubría. Tras ser coronado, Tutmosis mandó erigir una estela de granito entre las patas de la Esfinge para rememorar el encuentro divino.



Dejando de lado la veracidad o no de la historia descrita en la estela, son más interesantes y enigmáticos los relieves que aparecen grabados sobre la luneta. En ella se ha representado una escena duplicada, en donde aparece el faraón Tutmosis IV realizando una serie de ofrendas ante una esfinge. La estatua del león se presenta con todos los aditamentos decorativos que debió de tener en la antigüedad y, lo más curioso de todo, reposa sobre una construcción arquitectónica.


La interpretación habitual que afirma que el palacio grabado en la estela no es más que el templo que tiene ante si la Esfinge, es del todo evasiva desde nuestro punto de vista si nos atenemos a las reglas de perspectiva utilizadas por los artistas egipcios. Dejando de lado el hecho de que la forma del edificio representado sobre la estela y la del que podemos ver en Gizeh es totalmente diferente, los egipcios habrían colocado el templo, según sus reglas, delante de la Esfinge y no bajo ella, ya que la ubicación de este edificio en la meseta se encuentra más adelantada que la de la propia Esfinge. La única solución que queda, por eliminación, es que ese edificio, palacete o lo que sea, se encuentre debajo del cuerpo de la estatua, hecho que todavía nadie ha podido confirmar aunque los indicios sobre su existencia son cada vez más abundantes y espectaculares.




Primeras menciones de los túneles



La sospecha de que bajo la Esfinge exista algún tipo de túnel que la pueda vincular con la Gran Pirámide o con una supuesta biblioteca milenaria que pudiera estar bajo el león, es tan antigua como el propio monumento. Ya en el siglo X de nuestra Era, los cronistas árabes mencionaban la existencia de puertas secretas que daban acceso a interminables galerías que a su vez llevaban a grandes cámaras llenas de tesoros.



Con ocasión de una conferencia pública, el Dr. John Kinnaman (l877-1961), arqueólogo bíblico de renombrada fama durante la primera mitad de nuestro siglo, afirmó que, habiendo ido a excavar a la meseta de Gizeh en 1924 junto con el prestigioso egiptólogo Sir Flinders Petrie, célebre por sus estudios sobre dicha meseta, ambos investigadores descubrieron de forma casual un túnel al sur de la Gran Pirámide.



Según Kinnaman, quien durante su exposición narró una historia al estilo de las célebres novelas de Lobsang Rampa, existía un corredor descendente que, sumergiéndose a gran profundidad, llegaba hasta una sala que albergaba un gran número de máquinas de extraño funcionamiento y, por supuesto, de origen desconocido. También mencionó la existencia de miles de prismas de cristal cuya función ignoraba, y una máquina antigravedad, entre otras muchas cosas que "usted no se creería", según las palabras textuales que Kinnaman pronunció en la mencionada conferencia. Curiosa o sospechosamente, el arqueólogo no recordaba la ubicación exacta de este túnel tan singular, por lo que no ha vuelto a ser encontrado jamás.

Pero sin duda alguna, el episodio más simpático de la época moderna fue el vivido por el príncipe Faruk, el hijo del rey Fuad de Egipto, quien en 1945, emulando la gesta de su heroico antepasado Tutmosis IV no tuvo otra ocurrencia que ir de noche en su jeep a visitar la Esfinge

"para tocar algo y empujar una enorme losa abierta, que hacía de puerta", según nos cuenta el propio Faruk. La narración del rey no tiene nada que envidiar a la anterior, pues tras aquella puerta encontró, en palabras textuales, "una gran habitación guardada por un autómata".

Desgraciadamente, Faruk no dice que‚ era aquello tan importante que merecía ser guardado por un autómata, y al igual que sucedió con Kinnaman, tampoco recordó el lugar exacto donde estaba dicha puerta.



Sin embargo, haciendo bueno el refrán "cuando el río suena agula lleva", todas estas historias aunque narradas, que duda cabe, de una forma extravagante por sus protagonistas, no hacen más que respaldar los estudios que se han realizado sobre el monumento en el que se han apreciado varias concavidades en diferentes partes de la estatua.



De esta manera, se ha podido descubrir que, para asombro de muchos y espanto de otros, tanto la meseta de Gizeh como la propia Esfinge son un auténtico queso de agujeros.



Tengamos muy en cuenta que con los estudios realizados sobre la configuración geológica de la planicie, por encima de la cual se asientan las tres pirámides más importantes de Egipto, se ha llegado a la conclusión de que hace miles de años el agua debió correr a su gusto bajo la meseta, por lo que los egipcios pudieron haber utilizado estos túneles creados de forma natural, para comunicar subterráneamente unos monumentos con otros.




Un descubrimiento asombroso


En el año 1979, el estado de conservación de la Esfinge de Gizeh iba de mal en peor se necesitaba realizar con urgencia una campaña de salvación del monumento para que, literalmente, el león no perdiera la cabeza. Una precaria restauración realizada por los egipcios, y en la que no tuvieron otra ocurrencia que usar cemento para reconstruir la Esfinge, empeoró en pocos años el estado de la cabeza de la estatua.



Para salvar a la Esfinge, un grupo egipcio-americano de arqueólogos diseñó el llamado Sphinx Project. Durante los años 1979 y 1983 el Proyecto de la Esfinge, evaluó los daños sufridos sobre el león y esbozó una especie de invernadero que algún día, esperemos que pronto, cubrirá la estatua en su totalidad, alejándola de los peligros de la contaminación de la zona.


Tras las primeras campañas de la misión egipcio-americana, un viejo obrero fellah llamado Mohamed Abd al-Mawgud Fayed, que había trabajado cuando era niño en el último desenterramiento de la Esfinge en 1926 llevado a cabo por el ingeniero francés Emile Barazi, comunicó a los directores del equipo de restauración la existencia de una pequeña abertura junto a la cola del león, que había sido olvidada hasta hoy. Según este anciano, el agujero daba acceso al interior del cuerpo de la estatua. Ante tan extraordinario descubrimiento, los miembros del ARCE (American Research Center in EGYPT) encabezados por los egiptólogos Zahi Hawass y Mark Lehner, no dudaron un instante en coger sus lámparas, olvidarse por unos días de la cabeza de la Esfinge e introducirse en su interior. Lo que descubrieron los arqueólogos no se parecía en nada a las legendarias galerías descritas por los cronistas árabes antiguos y modernos; galerías y pasillos que se introducían en el interior de la tierra hasta profundidades insospechadas, encontrando a su paso toda clase de tesoros maravillosos. Todo lo contrario.



Descubrieron un túnel-pozo formado por dos grutas muy estrechas con poco más de 1 metro de anchura, cuya longitud total no superaba los 9 metros. Uno de los pozos asciende hacia el interior del cuerpo del león siguiendo la curva de sus cuartos traseros, mientras que el otro desciende introduciéndose en vertical en la roca de la meseta de Gizeh. Ambas grutas forman un ángulo de 90 grados. Las paredes no han sido pulidas, por lo que su aspecto es muy tosco, similar a la traza que ofrecen las bodegas castellanas. Si se hace un seguimiento exhaustivo de las huellas de las herramientas utilizadas para su construcción, éstas parecen indicar que la labor en el labrado del túnel-pozo se realizó de arriba a abajo.



A lo largo del mismo aparecen en la parte superior una especie de peldaños, a modo de agujerillos en la pared, excavados para ayudarse en la ascensión por el túnel. Tras obtener el permiso oportuno me introduje por un angosto hueco. El ambiente era húmedo y fresco comparado con el terrible calor de la superficie. Recientemente han colocado una pequeña escalera metálica que facilita de alguna manera el acceso al interior de la Esfinge. En lo más profundo del pozo se amontonan los desechos, improvisado basurero de los guías locales que "vigilan" el recinto de Gizeh.



La estructura del túnel-pozo se haya dividida en cuatro partes. Según el esquema, la que lleva el número 1 puede ser considerada como la sala más grande de todas. Su altura es de 1,80 metros, pudiendo estar una persona de estatura media de pie, y su anchura de 1 metro.



Uno de los aspectos que más llamaron la atención fue el hallazgo de varios objetos en la cámara que lleva en el dibujo el número 4.



En ella se encontraron dos zapatos viejos, una pequeña chapa metálica y restos de cemento convencional. Todos estos objetos, probablemente, fueran el fruto de la apertura del túnel en 1926 o quizás en una restauración moderna más antigua.







Las hipótesis de trabajo


El significado de este túnel-pozo, como reconocen Hawass y Lehner, se nos escapa de las manos. Las evidencias descubiertas por los arqueólogos, indican claramente que su realización se llevó a cabo durante una época faraónica, ignorada desde el punto de vista cronológico. La existencia de los peldaños antes mencionados, ha hecho pensar a los investigadores del Sphinx Project en la posibilidad de que los túneles pudieran tratarse de una tumba privada, ya que son varios los ejemplos que conservamos en donde aparece esta estructura arquitectónica. Por otra parte, que duda cabe que una hipótesis mucha más sugestiva, es que pudo tratarse del intento desesperado de buscar en el interior de la Esfinge las legendarias riquezas de las que la tradición la hacía poseedora. Finalmente, también puede tratarse del comienzo de una galería mucho más extensa que, quizás, diera lugar a una enrevesada red de galerías que pudieran transcurrir bajo la meseta de Gizeh, conectando las pirámide entre si, tal y como hemos señalado anteriormente. Dilucidar cual de estas opciones es la correcta será tarea de futuras expediciones.







Investigaciones futuras: lo que queda por descubrir


No obstante quedan por estudiar otras muchas partes de la Esfinge en las que se conoce la existencia de varias concavidades. A raíz del descubrimiento del fellah al-Mawgud Fayed, los investigadores se han detenido a apreciar el momento vivido a comienzos de siglo con la apertura de otras cavidades. Para su estudio, según estas fotografías, se utilizaron niños de baja estatura y corpulencia.

Por otra parte, el geofísico estadounidense Thomas Dobecki realizó a comienzos de los años 90 una serie de investigaciones conjuntas con el geólogo de la Universidad de Boston Robert Shoch -autor este último de las polémicas teorías que datan la Esfinge por su erosión entre el año 5000 y el 7000 a.C. En estas investigaciones se descubrieron "anomalías y cavidades en la roca madre entre las patas del león y a lo largo de los lados de la Esfinge. La más sorprendente de las cuatro que se descubrieron, era una cuyas medidas de la base eran 9 por 12 metros, y con una profundidad de 5. Las dimensiones y la estructura de esta nueva cámara excluían totalmente la posibilidad de que se tratara de una cámara natural del suelo de Gizeh. Por el contrario, daban a entender que Dobecki se encontraba ante una construcción artificial que alguien dejó allí hace no se sabe cuanto. Es decir, que aún quedan secretos escondidos en el oscuro vientre de la Esfinge.



¿Qué‚ es lo que esconden estas cavidades? ¿Contienen los archivos de antiquísimas civilizaciones que relacionan la mítica Atlántida con Egipto tal y como pronosticó el vidente norteamericano Edgar Cayce? ¿A qué‚ se debe la reticencia del gobierno egipcio a investigar este tipo de descubrimientos? Y es que la Esfinge de Gizeh parece ser un auténtico queso de agujeros, del que todavía podemos extraer multitud de sorpresas.



Una vez acabado el proyecto de restauración de la Esfinge comenzado hace más de una década, es hora de que los investigadores dediquen su tiempo a excavar e intentar explicar el significado de estas cámaras.



Solamente, el tiempo que se dedique a estas investigaciones, podrá resolver el enigma de la Esfinge y descubrir si, finalmente, existe algo bajo esta figura milenaria cuya mirada parece desafiar a la moderna arqueología. En este caso, la verdad está ahí dentro.



Una nave tropieza con una terrible tormenta, pero su capitán, enloquecido y sordo a las súplicas, rehúsa buscar refugio. Como castigo, es condenado a recorrer los mares durante toda la eternidad. ¿Cuál es el origen de la famosa leyenda del Holandés Errante?


Grabado que reproduce una de las primeras representaciones de la ópera de Wagner "El buque fantasma"



La historia del Holandés Errante es una de las más famosas y quizá de las más antiguas leyendas del mar, ya que circula desde hace, por lo menos, 500 años. Pero posiblemente su origen se remonte a tiempos muy anteriores al nacimiento de Cristo. Esencialmente, la historia es la siguiente: un maniático capitán holandés -por supuesto, el término «Holandés Errante» se refiere al capitán y no a su barco- desafía la ira de Dios y como resultado es condenado a navegar por los océanos eternamente, provocando la muerte de todos cuantos ven su nave espectral. Esta historia ha sido elaborada por muchos escritores, pero constituye algo más que una ficción, una siniestra historia del mar para asustar a crédulos marineros de agua dulce en tabernas portuarias. Este barco fantasma ha sido avistado en numerosas ocasiones, las últimas en pleno siglo XX

Muchas autoridades sostienen que la historia del Holandés errante se originó a partir de un hecho real, aunque sobre este punto no hay acuerdo. El problema se complica aún más porque existen muchas versiones de la historia, en las que el capitán puede llamarse Vanderdecken, Van Demien, Van Sraaten o Van alguna otra cosa.

La versión más conocida de la historia del Holandés Errante habla de un tal capitán Vanderdecken, cuya nave fue atrapada en una terrible tormenta cuando doblaba el cabo de Buena Esperanza. Los pasajeros, aterrorizados, rogaron a Vanderdecken que se refugiara en un puerto seguro o que, por lo menos, arriara velas a intentara capear el temporal, pero el enloquecido capitán se rió de sus súplicas y, atándose al timón, comenzó a cantar canciones sacrílegas.

La tripulación también se alarmó por la conducta de su capitán e intentó hacerse con el control de la nave, pero el intento de motín fue sofocado cuando Vanderdecken arrojó a su líder por la borda, mientras los aterrorizados pasajeros y la tripulación se encomendaban a Dios. En respuesta a sus plegarias las nubes se abrieron y una luz incandescente iluminó el castillo de proa, revelando una figura gloriosa que según algunos, era el Espíritu Santo, mientras otros dijeron que era Dios.


El explorador portugués Bartolomeu Dias en el viaje en el que descubrió el Cabo de Buena Esperanza, en 1487



La figura se enfrentó con Vanderdecken y le dijo que, ya que disfrutaba con los sufrimientos ajenos, de ahora en adelante sería condenado a recorrer el océano eternamente, siempre en medio de una tempestad, y provocaría la muerte de todos aquellos que le vieran. Su único alimento sería hierro al rojo vivo, su única bebida la hiel, y su única compañía el grumete, a quien le crecerían cuernos en la cabeza y tendría las fauces de un tigre y la piel de una lija (lo cual parece muy injusto para el pobre grumete quien, hasta aquí, no había tenido ningún papel independiente en la historia y, presumiblemente, sentía tanto temor ante Vanderdecken como el resto de la tripulación). Sin embargo, con estas palabras la visión desapareció, y con ella todos los pasajeros y tripulantes. Vanderdecken y el grumete quedaron abandonados a su destino.

Ésta es la versión clásica de la historia del Holandés Errante. Puede ser que se base en hechos, pero no hay acuerdo acerca de cuáles pudieron ser esos hechos. Una versión afirma que la historia deriva de la saga escandinava de Stote, un vikingo que robó un anillo a los dioses y cuyo esqueleto, cubierto con un manto de fuego, fue hallado después sentado en el palo mayor de una nave negra y fantasmal.

Otros creen que la historia es más reciente y sugieren que se originó en las aventuras de Bartolomeu Dias (c. 1450-1500), navegante portugués que descubrió el cabo de Buena Esperanza en 1488 y cuyas proezas marítimas llegaron a parecer sobrehumanas, según la biografía que escribió sobre él Luis de Camoes.



Una Partida De Dados Con El Diablo

Otros investigadores han desenterrado una dudosa historia acerca de los dos barcos mercantes holandeses del siglo XVI cuyas tripulaciones avistaron el fantasma de un bajel que se había perdido en el Pacífico; la historia del Holandés Errante derivaría de esto. Otra teoría es que la historia se basa en la leyenda de un alemán llamado Von Felkenberg, que se jugó el alma a los dados con el Diablo y perdió. Una leyenda holandesa similar habla del capitán Van Straaten y también se cuenta una historia acerca de Bernard Fokke.

Fokke, capitán del Libera Nos, era famoso por la rapidez con que realizaba sus travesías. Quienes envidiaban su habilidad de navegante afirmaban que había establecido un pacto con el diablo, algo que la extrema fealdad de Fokke y su mal carácter ayudaban a creer. Un día se embarcó en un viaje del que no retornó y se rumoreó que, finalmente, el Diablo había cobrado su recompensa.

No es improbable que la leyenda del Holandés Errante naciera como consecuencia de un hecho real, aunque, sin duda, éste habrá sido algo más prosaico que la venta de un alma al Diablo. Existen muchos casos de buques que fueron abandonados por error por su tripulación, en la creencia de que estaban a punto de zozobrar, y luego siguieron a flote durante días, semanas, meses a incluso años, siguiendo los caprichos del viento y las mareas. El más famoso de esos barcos es el Mary Celeste, pero no es el único. Quizá una de las historias más notables sea la del clíper lanero Marlborough, que desapareció en 1890 mientras de Australia se dirigía a Inglaterra. Se dice que fue hallado 23 años después, frente a las costas de Chile. Aunque la historia del Marlborough sea una exageración, resulta fácil imaginar su efecto en las mentes de marinos supersticiosos en aguas poco conocidas, cuando vieron al buque abandonado emerger súbitamente de la niebla.



Versión cinematográfica de esta leyenda con el título de "Pandora" (1951), interpretada por James Mason y Ava Gardner



La historia del Holandés Errante ha inspirado muchas obras de ficción. El poeta norteamericano Henry Wadsworth Longfellow (1807-1882) escribió sobre este aspecto en The phantom ship (El buque fantasma), que figura en su libro Birds of passage (Aves de paso). Edward Fitzball escribió un melodrama llamado El Holandés Errante, y el francés August Jal la versión más conocida de la historia en sus Scénes de la vie maritime (Escenas de la vida marítima). El poeta lírico alemán Heinrich Heine (1797-1856), inspirándose en el melodrama de Fitzball o en un cuento anónimo titulado Vanderdecken's message home (El mensaje de Vanderdecken) -que apareció en Blackwood's Edinburgh Magazine-, escribió sobre el buque fantasma en sus Memoiren des Herrn von Schnabelwopski (Memorias del señor Schnabelwopski). Esto, a su vez, fue indudablemente lo que inspiró la ópera de Wagner El buque fantasma, en la que Vanderdecken puede bajar a tierra una vez cada siete años, para encontrar a una mujer cuyo amor pueda redimirlo. Otros escritores que tocaron el tema fueron Frederick Marryat (El buque fantasma, 1839) y Walter Scott (Rokeby, 1813).

Sin embargo, el Holandés Errante es más que mera leyenda o ficción. A lo largo de los siglos mucha gente afirmó haber visto el espectro de la nave. Uno de los informes más antiguos apareció en 1702 en la Magnalia Christi Americana, historia eclesiástica de Nueva Inglaterra que escribió Cotton Mather, autor prolífico y célebre pastor puritano. Pero muchas de las observaciones son difíciles -si no imposibles- de comprobar y, por lo tanto deben ser descartadas como espejismos, alucinaciones o visiones debidas a un exceso de alcohol. Pero existe un informe excepcional. En 1881 una observación del barco del Holandés Errante fue comunicada por el príncipe Jorge de Inglaterra -que después reinó como Jorge V- y por su hermano mayor, el príncipe AIberto Víctor, duque de Clarence... el mismo duque de Clarence que hoy figura entre los sospechosos de haber sido el infame Jack el Destripador.



Ilustración de Gregory Robinson para el poema de Kipling "Seven seas" (Siete mares)



Se ha dicho que el incidente aparecía en el libro de bitácora del Baccante, pero no es así. En cambio, sí aparece en un relato del viaje de los príncipes en ese buque, compilado por John H. Dalton a partir de sus diarios personales, cartas y libros de notas. En el momento de la observación los príncipes estaban a bordo de otro barco de la flota, el Inconstant, ya que habían sido trasladados allí cuando el Baccante tuvo problemas en el timón. El relato dice: 11 de junio de 1881. A las 4 de la madrugada el «Holandés Errante» cruzó nuestro rumbo. Era una extraña luz roja, como la de un buque fantasma, incandescente, y en el centro de esa luz, los mástiles, palos y velas de un bergantín, a 200 m de distancia, se destacaron con fuerte relieve cuando se acercó a nuestra amura de babor. El vigía del castillo de proa informó que estaba cerca de la amura, donde también lo vio claramente el oficial de guardia desde el puente, como también el guardiamarina del alcázar, que fue enviado inmediatamente al castillo de proa, pero al llegar allí no logró ver vestigios ni señales de ningún barco material, ni cerca ni en el horizonte, pese a que la noche era clara y el mar estaba en calma. En total fue visto por trece personas, pero si se trataba del Van Demien del «Holandés Errante», o qué, no lo sabremos.

El Tourmaline y el Cleopatra, que navegaba a estribor, hicieron señales para preguntar si habíamos visto la extraña luz roja.

A las 10:45 el marinero que esta mañana había avistado al «Holandés Errante» cayó desde las crucetas del mastelerillo de juanete y se hizo trizas. A las 16:15 se efectuaron honras fúnebres y su cadáver fue lanzado al mar. Era un valiente marinero real, y uno de los más prometedores tripulantes del barco, y todos se sienten muy tristes por su pérdida. En el siguiente puerto nos encontramos con el almirante, que también se mostró muy disgustado. Alrededor de 13 personas en el Inconstant, además de una cantidad no especificada de personas en el Tourmaline y el Cleopatra, vieron el espectro, aunque si era el Holandés Errante a otro espectro «no lo sabremos», tal como dijeron los príncipes. Pero, tal como afirma la leyenda, la visión acarreó la muerte de una persona.



Los Nazis También



Una de las fuentes más inesperadas de un informe sobre el barco del Holandés Errante es -según se dijo- Karl Dónitz, comandante en jefe de la flota alemana, y efímero sucesor de Adolf Hitler. Se dice que vio la nave espectral mientras se hallaba en una misión al este de Suez, y que después afirmó que sus hombres preferían enfrentarse con toda la flota aliada antes que vivir nuevamente el horror de ver el barco del Holandés Errante.

El del Holandés no es, por cierto, el único espectro marino. En 1949 se estimaba que había más de 100 casos «bien comprobados» de naves fantasmas que frecuentaban la costa noreste de los Estados Unidos.

El buque fantasma más famoso de los Estados Unidos es, probablemente, el Palatine, que fue tema de un famoso poema de John Greenleaf Whittier. Según la leyenda, en 1752 una tormenta arrojó al Palatine contra las rocas de Block Island, cerca de Rhode Island, y sus restos fueron incendiados por los pescadores; una pasajera quedó atrapada y se quemó viva. Desde entonces, el espectro del barco en llamas ha sido visto en innumerables ocasiones.


Es difícil descartar las pruebas de que algo -se le llama «la luz del Palatine»- ha sido visto con regularidad cerca de la costa. Pero una investigación cuidadosa revela que ningún barco de esas características naufragó jamás en Block Island. Sin embargo, también se descubrió que 14 años antes, en 1738, el Princess Augusta, que llevaba 350 refugiados del Alto y el Bajo Palatinado, en Alemania, sí naufragó en la costa norte de Block Island en circunstancias similares a las que se atribuían al Palatine; no cabe duda de que éste fue el origen de la leyenda. Sólo un elemento del destino del Princess Augusta difiere de la leyenda del Palatine: el Princess Augusta se hundió, y no fue incendiado. De modo que si el espectro que se ve con tanta frecuencia cerca de allí es el espectro del Princess Augusta, ¿por qué el buque fantasma aparece en llamas?

Otro barco fantasma bastante conocido es el Goblin, negro y con velas de cruz, del que se dice que es visto con frecuencia por los habitantes de Porthcurno Cove, cerca de St. Leven, en Cornualles (Inglaterra). Este espectro es característico porque se le ve dirigirse a la costa; después de desliza sobre tierra firme, y finalmente desaparece.

¿Qué son, entonces, esos buques fantasma, esos espectros del mar?. Se les puede aplicar las mismas preguntas, especulaciones y teorías que se refieren a los fantasmas en general. Pero el Holandés Errante se distingue de las historias folklóricas y de fantasmas habituales: ha sido visto muchas, muchísimas veces. Si el barco no existe, ¿qué fue entonces lo que vieron los príncipes a bordo del Inconstant? Dado que la aparición del Holandés Errante y de su barco parece predecir sólo muertes o desastres, quizá lo más razonable sea no buscar la respuesta con demasiado empeño.-

PIRATAS DEL CARIBE

Historia del Personaje Davy Jones

Real

Habitualmente, en la tradición marinera (nórdica sobre todo), se han hecho referencias a "Davy Jones" como "Davy Jones' Locker" ( "el armario o cajón de Davy Jones" ) que era como se referían al abismo del fondo del mar, cuando un marinero caía por la borda y desaparecía, o moría en el mar se solía decir que había ido a parar al "armario de Davy Jones".

Así mismo, Davy Jones era un demonio mítico de los mares que controlaba al resto de demonios y al mar mismo.
En la película encontramos varias referencias a la leyenda en este aspecto como: "Yo soy El Mar" y también vemos como controla a su demonio: el "Kraken (también de mitología escandinava)".


Ficticia

Davy Jones fue, antes de su transformación, un pirata como otro cualquiera, cuyo dominio era el Océano Atlántico, pero se enamoró de una mujer tan inestable y traicionera como el mar, la diosa del mar Calipso. Ella le encomendó a Jones la tarea de recorrer los mares ayudando a aquellas almas que morían en el mar a llegar al otro mundo por 10 años, luego de los cuales podrían reunirse otra vez. Durante 10 años Davy Jones cumplió fielmente este encargo pero cuando volvió a buscarla, diez años después, ésta no acudió a su encuentro. Fue por esta traición que Jones votó en la primera asamblea de la Hermandad de los Piratas para enseñarles a los otros una forma de encerrar a Calipso en su forma humana, conocida después como Tia Dalma. El dolor que sintió Jones por esta traición fue demasiado como para seguir viviendo, pero no el suficiente como para morir. Con sus propias manos se sacó el corazón del pecho y lo encerró en un cofre que luego ocultó de la faz de la Tierra junto con todas sus cartas para Calipso, para así jamás recordar ese trágico amor ni volver a sentir algo parecido al amor o la compasión. Hecho esto Jones renunció a la tarea encomendada por Calipso y debido a ello se convirtió en el demonio de los mares, condenado a navegar eternamente en el Holandés, que vemos en las últimas dos entregas de la serie.




La llave del cofre la custodiaba bajo los tentáculos que simulan su barba, ya que aquel que obtenga el corazón podrá obligar a Davy Jones a seguir sus ordenes y así controlar los océanos e incluso matarle, ya que es su único punto vulnerable: si el corazón es dañado Jones morirá y aquel que lo maté tomará su lugar como capitán del Holandés Errante.

Davy Jones, como todo capitán de El Holandés Errante, no puede tocar tierra más que una vez cada 10 años, en ese lapso de tiempo está obligado a permanecer en en el mar.

El Holandés Errante en "Piratas del Caribe"

El Holandés Errante es el barco que Jones tiene bajo su temible mando. Está basado en la leyenda anterior pero unido en suerte a Davy Jones quién está condenado a vagar por los 7 mares por toda la eternidad, pudiendo tocar puerto cada 10 años.

En la película, es un barco que puede ir por sobre y por debajo del mar, lo que explica que este cubierto de corales, algas podridas y diversos materiales de la misma densidad y origen, junto con las velas que parecen hechas de piel, dándole al navío un aspecto vivo.

El Holandés Errante tiene cuarenta y ocho cañones en sus costados, pero en su frente tiene dos cañones triples utilizados normalmente para persecuciones.

Posee un martillo giratorio capaz de invocar a la más terrible bestia al servicio de Davy Jones, el Kraken, una bestia proveniente de la mitología nórdica, comúnmente vista como un calamar o langosta de tamaño colosal capaz de llevarse cualquier navío o embarcación derecho al fondo del océano.

La proa de la nave tiene la apariencia de unos filosos colmillos y un esqueleto que sostiene en su mano derecha una hoz como la de la muerte.

Dentro de la cabina del capitán se encuentra un enorme órgano que Jones utiliza para tocar tristes y aterradoras melodías. También cuenta con un calabozo que puede albergar a muchos prisioneros.

El barco en sí, tiene una habilidad propia: cualquier juramento hecho en él obliga a cumplirlo, de manera ineludible.-